Los organizadores de JapiAwer, durante una reunión en Impacto Quito. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Tienen entre 20 y 30 años y comparten un propósito en común: concretar ideas innovadoras y mitigar el cambio climático. María José Ayala, Javier Dávalos González, Pablo Ramírez y Verónica Vásquez han creado JapiAwer, un espacio abierto -cafeterías, sitios de ‘coworking’ o casas- donde la gente puede compartir experiencias y conocimientos sobre temas relacionados con el ambiente.
Así, demuestran que las problemáticas ecológicas enfocadas al desarrollo económico y social son, cada vez más, tomadas en cuenta por los jóvenes de la actualidad. Con su eslogan “Las mejores ideas con un trago en mano”, JapiAwer establece un momento ameno después del horario de oficina para discutir sobre emprendimientos sostenibles, reciclaje, construcción sustentable, cambio climático, alimentación responsable, etc.
El interés de los jóvenes que han asistido a estas reuniones abarca conflictos y soluciones locales, según Dávalos. Asimismo, él se dio cuenta de que las personas quieren realizar proyectos y cumplir con sus sueños pero, al mismo tiempo, aspiran a que estos sean sostenibles y están conscientes de que cada acción que uno haga puede tener un impacto positivo o negativo en el entorno. Para Dávalos, “existe una tendencia a buscar buenas prácticas ambientales al producir bienes y servicios con impactos positivos”.
De igual manera, Cristian López, representante en Ecuador de CLIC (un movimiento de jóvenes frente al cambio climático en Latinoamérica y el Caribe), cree que la ciudadanía juvenil busca consumir opciones con mejores prácticas ambientales. Existe un interés a escala local de los impactos que se producen a diario, “ya no se trata solo de la preocupación por la Amazonía, los páramos o Galápagos”, afirma Dávalos.
Según Ayala, las decisiones del Gobierno y cómo este responde a las necesidades o expectativas en temas de gestión ambiental empiezan a ser un tema coyuntural. Por su parte, López alega que la mayoría de los jóvenes no saben cómo involucrarse en temas de cambio climático, hay una necesidad de conquistar espacios de participación ciudadana para llegar con propuestas a niveles políticos y económicos.
A raíz de esta búsqueda, uno de los objetivos de CLIC es fortalecer las capacidades de jóvenes ecuatorianos para que incidan en plataformas de toma de decisiones frente al cambio climático y los representen en asambleas. Para cumplir esta meta, se pretende generar talleres o campamentos climáticos, en los cuales se convoque a líderes para instruirles sobre cómo involucrarse con los gobiernos autónomos descentralizados, los gobiernos provinciales y el Gobierno central.
CLIC, junto con otros grupos como el Club Ecológico de la Universidad Salesiana, el Club Ambiental Uisek y Kituelectivo, ha organizado movilizaciones: marchas, cicleadas o trueques, para sensibilizar a la ciudadanía. También, con el apoyo de la Secretaría del Ambiente del Municipio de Quito, ha llevado a cabo convenciones nacionales, donde se recogen ideas y se las articula en el contexto regional de Latinoamérica y el Caribe. Estas, más tarde, son presentadas en conferencias internacionales como la COY(Conference for Youth) de las Naciones Unidas.
“Los jóvenes de Ecuador y de la región entendemos que somos la última generación con opciones reales, que podemos generar un cambio, porque sino somos nosotros, la otra no tendrá opción”, dice López.