La protestas por la anulación del sorteo electrónico de cupos a octavo de básica obligó a buscar lugares alternativos de inscripción. Gloria Vidal, ministra de Educación, aseguró que el nuevo cronograma no se alterará pese a los reclamos en Quito.
Eso se cumplió ayer en seis de los ocho colegios que están en conflicto. Las inscripciones se iniciaron conforme a lo establecido para el Manuela Cañizares, Idrobo, Hipatia Cárdenas, Central Técnico, Simón Bolívar y Montúfar. Mientras que hasta la tarde de ayer todavía no se registraba a los aspirantes en los centros educativos Mejía y Quito.La subsecretaria de Apoyo y Seguimiento a la Gestión Educativa, Beatriz Caicedo, señaló ayer que hubo una reunión con los rectores de los planteles en conflicto, en donde se les pidió que socialicen las razones por las cuales se anuló el sorteo electrónico del 16 de julio. “El Ministerio de Educación no puede avalar cosas incorrectas y por eso se tomó la decisión del nuevo proceso de inscripción”, señaló.
Ayer, a las 15:00, Caicedo tenía previsto reunirse con Norma Alvear, directora provincial de Educación, y los rectores de los colegios Quito y Mejía para acordar los lugares donde se continuará el proceso de registro.
Los padres de familia que ingresaron a las instalaciones de los colegios Manuela Cañizares e Idrobo (6 de diciembre y Foch) continuaban su protesta. Sin embargo, los que durmieron en las afueras desde el lunes al fin entregaron los documentos de sus hijos en busca de un cupo.
Según estaba previsto, el miércoles era el turno de los abanderados. Pero los manifestantes que reclamaron porque se respetara la lista de sorteados no lo permitieron. Ayer se registraron los datos de los estudiantes con alguna discapacidad y también de los abanderados.
Las inscripciones se abrieron en el bloque 2 del Manuela Cañizares, que está ubicado en sentido diagonal al inmueble principal, en la avenida 6 de Diciembre. En medio de una larga fila, resguardada por la Policía, estaba Fernanda Tobar. La mujer había dormido en la vereda del colegio desde el martes para reservar un cupo de octavo año para Ariel Cadena.
“Es abanderado y salió en el sorteo, pero yo decidí hacer la fila”, señaló, mientras dejaba ver su rostro cansado. Agregó que se turnó con su esposo para cuidar el lugar en la fila. Aquí ni siquiera encontrábamos un baño”.
Entre el lunes y ayer, unas 200 personas se organizaron para crear una lista de los aspirantes. Carlos Proaño anotó en un cuaderno los nombres de los padres de familia que durmieron en la entrada al establecimiento.
Luego, en orden de llegada, Proaño les entregó un turno, hecho con cartulina verde. Cada papel incluyó un número, una firma y un sello.
“En medio de este caos, si no nos organizamos, nadie más lo va a hacer”, indicó. Pero en la lista de Proaño incluyó también a quienes hicieron la fila aunque sus hijos no sean abanderados.
Ese es el caso de María de Rivadeneira. Ella reservó un lugar desde el lunes pasado para que su nieta ingrese al octavo año de básica. La estudiante tiene un promedio de 19,75 y no fue abanderada.
“Le toca el lunes, pero con tanta gente y tanto desorden, ya no confío”. Señaló además que se quedará allí hasta que pueda inscribir a su nieta.
La Subsecretaria de Apoyo y Seguimiento a la Gestión Educativa dijo ayer que la situación está controlada casi en su totalidad. Para eso, el Ministerio de Educación puso en marcha un operativo, que incluyó la ayuda de la Policía. El coronel Fernando Calle señaló que en el colegio Manuela Cañizares se ubicaron 45 uniformados para ayudar al proceso de inscripción. Nadie podía ingresar. Los documentos se receptaban desde una pequeña puerta de la institución.
Otro lugar alternativo de inscripción es la escuela Ciudad de Cuenca. Allí deben acudir los padres de los aspirantes al colegio Simón Bolívar.
En cambio, los postulantes al Montúfar deben registrarse en la Óscar Efrén Reyes. Mientras que los que deseen ingresar al Central Técnico deben ir a la escuela San Francisco de Quito. En el Hipatia Cárdenas se trabajará en sus instalaciones.
La alteración de datos se dio
La ministra de Educación, Gloria Vidal, aceptó que hubo alteración en la lista de los favorecidos en el sorteo del 16 de julio. También culpó al Departamento de Tecnología de esa Cartera de Estado de ser el responsable de la manipulación.
Paúl Andrade, de esa oficina, se defendió y dijo que tienen un abogado que respalda a todos los implicados. Explicó que uno de los errores fue la digitación de los datos en los planteles, lo que ocasionó que algunos abanderados no estuvieran dentro de la lista.
También aceptó que hubo un error en la carga del sistema y que esa fue la causa de que en algunos colegios se sortearan más alumnos que la oferta real. Andrade criticó la gestión del Ministerio de Educación en la organización del sorteo y dijo que hubo poco tiempo para desarrollar un sistema de esa magnitud.
Mientras que la subsecretaria de Apoyo y Seguimiento a la Gestión Educativa, Beatriz Caicedo, ratificó que sí hubo manipulación de datos durante el mismo día del sorteo, el 16 de julio . “En el primer listado hay una lista y más tarde hay otra, donde se retiran 2 017 estudiantes y se incorporan 3 106”.
El informe de las dos auditorías que contrató el Ministerio aún no se difunden. Pero Caicedo adelantó que son cinco los implicados y que se levantarán sumarios administrativos contra los responsables.
La Subsecretaria anotó también que lo que se buscó con el sorteo electrónico fue evitar las largas filas que cada año se han visto afuera de los colegios.
En algunas instituciones educativas, como el Simón Bolívar y el Montúfar, las autoridades se habían organizado antes para inscribir en sus propias páginas web. Sin embargo, cancelaron el proces ante la decisión del Ministerio de Educación.