Pablo Vásquez es profesor de la Politécnica Salesiana. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Han pasado 35 años desde su muerte. Pero, la música y los mensajes de John Lennon siguen vivos. Sus seguidores y activistas del movimiento rockero del mundo se niegan a dejarlo morir. Su ideal de la vinculación de la clase popular con la posibilidad de cambio social no ha perdido fuerza dentro de sus admiradores.
El 8 de diciembre de 1980 murió el cantante y compositor británico a la entrada del edificio Dakota de Nueva York tiroteado por un fan perturbado. Lennon fue uno de los fundadores de The Beatles y está considerado como uno de los músicos más influyentes del siglo XX.
Especialmente durante su carrera en solitario tras la ruptura de The Beatles, el músico se convirtió en una de las grandes voces del movimiento pacifista en el mundo. Su himno Imagine ha pervivido durante décadas como símbolo de la oposición a la guerra y la violencia y se ha escuchado repetidamente este año tras atentados como los de París.
Pablo Vásquez, comunicador quiteño de 38, es uno de los fanáticos que se niega a dejar morir el legado de Lennon. Para él, la trascendencia del inglés va más allá de la música y de The Beatles.
Su rostro empieza a mutar cuando habla de su ídolo. Su mejillas toman color y su cabello se encrespa aún más cuando recuerda su muerte. Y él tiene su versión de como ocurrió. “La inteligencia norteamericana con su chivo expiatorio (David Chapman) y la estupidez de la fama, mataron al cuerpo de John Lennon”, dice con emoción.
Y hace énfasis en que ese día murió el cuerpo del compositor. Su idea y su alma sigue viva, asegura. Y, él como parte del movimiento rockero ecuatoriano trata de llevarla como una forma de vida. “Conservamos su legado más importante, nuestra vida rockera”.
Para Vásquez, Lennon es uno de los pocos rockeros que no han podido ser deslegitimado por la vanguardia. Asegura que su incursión va más allá del rock, llega incluso al “pensamiento universal”.
Como él, varios rockeros del Ecuador y del mundo, además de miles de fanáticos de su música lo recordaron en el trigésimo quinto aniversario de su muerte.
Según la Agencia EFE, desde ese 8 de diciembre de 1980, más de 1,1 millones de personas han muerto en Estados Unidos víctimas de armas de fuego, tal y como este martes se encargó de recordar la viuda del artista, Yoko Ono.
Con una imagen de las gafas ensangrentadas de Lennon, Ono se sumó a través de las redes sociales a una campaña que demanda soluciones para el problema de la violencia con armas en el país y que ha ganado fuerza en las últimas semanas tras matanzas como la vivida en la localidad californiana de San Bernardino.
Además, admiradores de Lennon tiene previsto reunirse en el espacio que le recuerda en el Central Park de Nueva York, bautizado como “Strawberry Fields”, para celebrar una vigilia por el artista.
Pablo Vásquez no tiene problema en hablar horas y horas de John Lennon. Un gran espacio en su vida lo ha dedicado a estudiarlo. Pero resume que “no fue el mejor, y eso lo hace particularmente rockero”.