Un nuevo estudio forense asegura que osamentas halladas en 1940 pertenecerían a la aviadora desaparecida en 1932. . Foto: Albert Bresnik/ AFP
Corría 1937 cuando la aviadora Amelia Earhart desapareció junto a su copiloto Fred Noonan en el Pacífico. A más de 80 años del suceso, no se tiene una pista exacta de lo sucedido con la aeronave o con quienes la tripulaban. Sin embargo, un nuevo análisis forense parece tener una pista.
De acuerdo con información difundida por el diario ABC de España, “un nuevo análisis de medición ósea indica que los restos hallados en una remota isla del Pacífico Sur pertenecen probablemente a esta legendaria aviadora estadounidense”.
Earhart, quien buscaba convertirse en la primera aviadora en dar una vuelta al mundo, despegó del aeródromo de Lae en Paúa Nueva Guinea el 2 de julio de 1932. Su destino era la isla Howlland. Los registros indican que Earhart contaba con 2 000 galones de combustible que eran suficientes para un vuelo de entre 20 y 21 horas. Sin embargo, la situación atmosférica no era favorable.
Una investigación desvelada en el 2017 dio indicios de que la aviadora se estrelló en la isla Nikumaroro, ubicada a 600 kilómetros del destino original de Earhart. Esto en base a objetos hallados en la locación como un esqueleto, que fue descubierto en 1940. Estos restos fueron llevados a Fiji donde en un inicio se determinó que la estructura perteneció a un hombre.
Ahora, el doctor Richard Jantz profesor de antropología y director del Centro de Antropología Forense de la Universidad de Tennessee, asegura que examinó nuevamente las mediciones en los huesos realizadas en 1940. Con técnicas cuantitativas modernas, Jantz reveló que el médico que en los años 40 estableció el sexo de los restos cometió un error.
Lo hizo con el programa Fordisc, un software computarizado que estima el sexo, la ascendencia y la estatura de huesos, según informa el ABC.
Los resultados de su investigación se publican en la revista Forensic Anthropology e indican que “los huesos tienen más similitud con Earhart que con el 99% de los individuos en una gran muestra de referencia”.
En base a las medidas de la ropa que en vida perteneció a la aviadora, Jantz comparó la longitud de los huesos. El especialista asegura que “hasta que se presente evidencia definitiva de que los restos no son los de Amelia Earhart, el argumento más convincente es que son de ella”.