Luego de tabular el puntaje del jurado y los supervisores técnicos, la Sociedad de Baristas del Ecuador nombró a los ganadores de la segunda edición del concurso La taza mejor servida. Una competencia dentro de la programación del Ecuador Cultura Gourmet, en su cuarto día de programación en el Centro de Eventos Bicentenario.
Finalistas de La taza mejor servida
Los finalistas del concurso La taza mejor servida, en el Centro de Eventos Bicentenario, preparan y sirven al jurado espresso y capuccino. Foto: Fernando Criollo / EL COMERCIO
Los finalistas del concurso La taza mejor servida, en el Centro de Eventos Bicentenario, preparan y sirven al jurado espresso y capuccino. Foto: Fernando Criollo / EL COMERCIO
Los finalistas del concurso La taza mejor servida, en el Centro de Eventos Bicentenario, preparan y sirven al jurado espresso y capuccino. Foto: Fernando Criollo / EL COMERCIO
Cinco de los mejores baristas se enfrentaron en la final de La taza mejor servida. Carmen Naranjo y Gabriela Rosero de El almendro y la cosecha, Javier Ordóñez de Zazu, Deivin Quevedo de Honey & Honey y David Andrade de Zuni se disputaron el primer lugar en dos categorías: espresso y capuccino.
Un concurso que, según los organizadores, busca difundir y enriquecer la cultura del café en el país compartiendo con el público las propiedades y la versatilidad de este popular ingrediente.
El jurado, conformado por Grace Donoso, Norman Bock y Fabien Przypolski, seguía atentamente el desempeño de cada barista en su estación de trabajo. Cada participante tuvo 20 minutos para presentarse ante el jurado, preparar tres espressos y tres capuccinos. Varios factores incidieron en el resultado final. De cada barista se observaba su presentación personal, su manejo del equipo de cocina, la limpieza de su puesto de trabajo y su calidad de servicio y atención al cliente. Mientras se preparaban las bebidas, los baristas iban comentando con el cliente y el público algunas curiosidades y propiedades de cada tipo de preparación, mientras se afanaban por demostrar su técnica.
En cuanto a la bebida se calificó el proceso de preparación, la presentación, el sabor y el aroma. Los baristas aprovecharon las formas, texturas y colores que ofrecía la preparación para proponer una presentación creativa y original.
Luego de un cerrado fallo se otorgó un reconocimiento especial tanto en servicio como en calidad y presentación de espresso y capuccino a Gabriela Rosero. El primer lugar en la categoría espresso fue para Javier Ordóñez, quien lleva 15 años en hotelería y tres meses en el barismo. Cree que la presión correcta del tampeo (la acción de prensar el café en el recipiente del filtro) es lo que llega a marcar la diferencia en el sabor final del café.
En la categoría capuccino, el ganador fue David Andrade, quien asegura que además de la técnica la experiencia del café se complementa con la pasión por su trabajo. Ingrediente que salió a relucir durante su participación, en la que el barista se mostró bastante carismático con el jurado y con el público que observaba con atención su trabajo. “La calidad del producto más el servicio mejoran la experiencia del cliente”, asegura convencido Andrade.