Un festival de canto en shuar y kichwa reunió a 21 niños

Como complemento al festival del canto hubo un encuentro de danzas folclóricas de las distintas etnias del Ecuador. Cortesía Viajesvistasur.com

Como complemento al festival del canto hubo un encuentro de danzas folclóricas de las distintas etnias del Ecuador. Cortesía Viajesvistasur.com

Como complemento al festival del canto hubo un encuentro de danzas folclóricas de las distintas etnias del Ecuador. Cortesía Viajesvistasur.com

En Zamora Chinchipe, los pueblos shuar y saraguros guardan como herencia de los antepasados la música autóctona. Para mostrar esa riqueza, la Prefectura y el Ministerio de Educación organizaron el Primer Festival de Canto en Lenguas shuar y kichwa.

El evento cultural se cumplió como parte del tradicional Pacha Mama Raymi, fiesta intercultural a fines del mes de abril, donde los indígenas y mestizos agradecen a la madre tierra por los alimentos, el agua, el aire y las energías.

En ese espacio y durante tres días reúnen todas las expresiones culturales de los shuar, saraguros, puruhaes, afrodescendientes y mestizos que habitan en este territorio: música, danzas, gastronomía, turismo, costumbres, producción.

Por primera vez, este año se realizó el festival de canto con niños de entre 6 y 16 años de los centros educativos bilingües. El objetivo fue crear interés en los niños por su lengua materna “porque muchos se están olvidando”, dijo Diego Olmedo, director de la Unidad Intercultural de la Prefectura.

El concurso empezó en diciembre pasado, con la participación de 50 estudiantes seleccionados por 20 centros educativos de los cantones de Zamora, Yacuambi, Yantzaza, El Pangui, Centinela del Cóndor, Paquisha y Nangaritza.

Entre diciembre y marzo pasados se cumplió la preclasificación y de allí pasaron 21 a la final. En esa primera etapa se valoraron el uso de los instrumentos autóctonos y el ritmo de la música nativa.

Generalmente, el shuar canta en fiestas y actos ceremoniales invocando a la naturaleza, a los animales, sus bosques y a la amistad. En cambio, el chaspishka es la música andina de la cultura Kichwa-Saraguro para rituales, danzas y actos protocolarios.

La final tuvo más exigencias. El jurado calificó también el atuendo típico y el desenvolvimiento en el escenario. Por la nacionalidad shuar, el grupo Chiriap (cuatro niños) de la Unidad Educativa José Antonio Shamataka, cantón Nangaritza, alcanzó el primer lugar.

Aparte del atuendo, los niños pintaron figuras triangulares en sus rostros, que simbolizan la jerarquía y el respeto. Un saludo fue el preámbulo y enseguida interpretaron cantos en defensa de su riqueza natural, para evitar que los extraños les hagan daño.

Por la lengua kichwa el primer lugar fue para Wilsin Gualán, de la Unidad Educativa Ciudad de Ambato, de la parroquia San Vicente de Caney, cantón Yantzaza.

Con 10 años, Gualán es reconocido por su talento y el manejo de la flauta. Esta joven promesa se ha presentado en varios eventos de música dentro y fuera de la provincia.

Otros artistas que se destacaron en segundos y terceros puestos de este festival fueron Andrés Antuash, los tríos Paquisha y Nantar, Álex Sauca y Roberto Uwijint.

Este concurso demostró que las dos nacionalidades no solo tienen una riqueza cultural en el canto sino en la elaboración e interpretación de instrumentos. Esa actividad está a cargo de los hombres; se cree que si una mujer lo hace, las melodías no serán armoniosas.

Para Mario Paz, director distrital de Educación de Zamora, el festival permitió conocer las habilidades y destrezas de algunos niños dentro de los centros educativos y generar amor por sus culturas.

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