Las aguas profundas de todo el mundo guardan un tesoro natural en cuanto a biodiversidad se refiere. Independientemente de las medidas que se toman para proteger a las especies más vulnerables de la pesca, (dirigida o accidental), la protección de los Ecosistemas Marinos Vulnerables (EMV) es un tema prioritario e inseparable de la normativa de pesca de especies de aguas profundas.
Existen cerca de 100 publicaciones científicas que demuestran que la pesca de arrastre de fondo es insostenible y causa impactos adversos en estos ecosistemas. L os fondos arenosos-fangosos, contrariamente a lo que la industria pesquera hace creer, alojan gran parte de la biodiversidad de las aguas profundas y, además, en este tipo de sedimento, el daño del arrastre no se limita a la superficie del fondo sino que también impacta profundidades significativas bajo el lecho marino.
Estos datos se muestran en un estudio realizado este año por científicos franceses. Ahí también se indica que los mapeos y estudios de impacto ambiental son algunas de las exigencias planteadas por Asamblea General de la ONU.