Una Shakira más pop y menos electro es lo que deja el videoclip de I can’t remember to forget you, que la colombiana registró junto a Rihanna y que ha polemizado a la Municipalidad bogotana.
Las primeras imágenes del audiovisual parecen reafirmar las intenciones de la cantante de volver a sus ‘raíces’ musicales. Una Shakira rubia, con una producción menos extravagante, aparece primero sobre una sencilla cama en una mansión de Los Ángeles, que fue utilizada como locación.
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Una ola de pop marcada con ska y reggae se levanta para unos versos que revelan un dilema emocional: luego de una ruptura, los defectos de una persona son maquillados porque la otra busca quedarse solo con los buenos recuerdos.
Tras la primera secuencia reaparece una Shakira que vuelve a provocar desde su erotismo. El director explota la locación que, sin aportar nada más que contrastes y perspectiva, quedan relegados. La imagen de Rihanna aparece de forma sutil para tomar la posta con su voz en el segundo verso.
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Lo que sigue del video son los movimientos y poses que motivaron el pedido de censura impulsado por un concejal colombiano. En trajes de baño y muy cerca una de la otra, Shakira y Rihanna rematan el video entre imágenes que muestran a la colombiana en una actitud más roquera con guitarra y batería.