A las 18:30 se abrieron las puertas de acceso, aunque los ‘sabinianos’ se reunieron desde más temprano en las afueras del coliseo General Rumiñahui.
El público utilizaba sombreros de diferente estilo y color. Algunos, apretados en las filas de ingreso, cantaban a coro las canciones del artista español.
La reventa ofrecía entradas a General al mismo precio. Adentro, las localidades de Preferencia General y Sillas estaban llenas.
El escenario estaba decorado con un telón en el que se pintó el horizonte de una ciudad desde la perspectiva de una azotea, y en el centro del escenario se simulaban unos ductos de extracción de aire y dos vigas de hierro.
Entre los asistentes se pudo observar al alcalde Augusto Barrera, al secretario jurídico de la Presidencia de la República, Alexis Mera, al secretario de Comunicación Fernando Alvarado y a las ministras María de los Ángeles Duarte y Lorena Escudero.
Los altoparlantes anunciaron el concierto del español Alejandro Sanz para el verano, y acto seguido la banda Rock Box abrió el concierto.
Pablo Estrella, voz y guitarra de la banda, recordó las composiciones de rock que Sabina incluyó en su último disco, titulado ‘Rosas y Vinagre’. Reconoció al español como un cantautor inteligente, y dijo que era “un honor” abrir el recital.
Antes de las 21:00 Joaquín Sabina salió al escenario. Luego de una introducción, interpretó su éxito ‘Tiramisú de limón’.
En la Plaza Deportiva Seguros Constitución, más de 2 000 personas se dieron cita anoche para ver en escena al cantautor y motivador nicaragüense Tony Meléndez.
A las 19:15 las luces del escenario se encendieron y al ritmo de guitarras eléctricas el grupo de música cristiana Godeon dio la bienvenida a los asistentes.
Al finalizar la presentación el público de pie disfrutaba de sus últimas canciones.
Como introducción a su música el vocalista del grupo Core, Patricio, manifestó su agradecimiento a Dios por haberlo curado de una anemia aplástica, destacando que sus canciones son un agradecimiento por lo que él considera un milagro.
Mientras esta banda católica entretenía a los asistentes Tony Meléndez llegaba al recinto vestido con una camisa estampada en tonos naranjas y un pantalón mostaza.
Para Ángel Castillo el largo viaje desde Loja no fue sacrificio para ver a este artista, cuyas canciones y vida lo ayudaron a salir de dificultades familiares.