Conforme se acerca el lanzamiento de su cuarto CD, Juan Fernando Velasco está más atareado. Periodistas lo visitan en su casa, al nororiente de Quito, para hablar sobre la placa dedicada al pasillo y a sus exponentes, que el viernes 7 circulará con EL COMERCIO. El primero en recibir a las visitas es Pucho, su perro consentido que no se retira hasta que lo saluden con cariño.Pese a la larga lista de entrevistas pendientes, el quiteño luce contento. Desde su primer disco, por consejo de su mánager, empezó a acercarse al género. En 1998, a propósito de una bienal de música ecuatoriana, compuso lo que define como su primer intento de pasillo, Para que no me olvides. Confiesa que él es parte de la “generación perdida del pasillo”. Sus padres oían The Beatles, Cat Stevens, Patricia González, Armando Manzanero… Eso, sumado a que vivió fuera del país desde los 6 hasta los 15 años, hizo que su encuentro con los ritmos tradicionales tardara en ocurrir. Quizá esa relación tan distante con el género que ahora lo apasiona fue su motivación a lanzar un disco en su honor. Cree que “el pasillo está presente en todos nosotros, pero de una manera no determinante”.Luego del éxito de Para que no me olvides, llegó Dame un instante, un tema con menor promoción, seguido de sus versiones de El alma en los labios y El aguacate. Desde entonces, su gusto por este género crece. ‘Con toda el alma’ es su forma de decir que es hora de que los músicos de hoy tomen la posta de la difusión y la creación de música ecuatoriana, porque “las nuevas generaciones tienen el derecho de conocer ese ritmo”. “Me empapé como nunca lo había hecho en el pasillo, sus intérpretes, sus compositores, los temas más representativos, cómo se toca, cuál es su lógica musical”, dice. Convencido asegura que así corroboró “lo extraordinario de este ritmo”. Su labor, en este caso, ha sido romper brechas generacionales. Sabe que hoy los jóvenes quieren un sonido perfecto, que se pueda cargar a su iPod sin tener que conseguir un acetato y escuchar el paso de la aguja por él.La idea fue respetar y rendir homenaje al género en su formato tradicional. Por eso eligió Romance de mi destino, Sombras, Ángel de luz y otros siete pasillos tradicionales para la placa. Parte fundamental fue contar con grandes figuras como Consuelito Vargas, Olguita Gutiérrez, ‘Chocolate’ Morales, Guillermo Rodríguez, Rosalino Quintero…. Y a través de voces como la de Paulina Aguirre, Daniel Betancourth, Israel Brito… marcó la pauta para acercar a los jóvenes al género. Pero el disco no está hecho únicamente para el público ecuatoriano. Dúos con Fonseca y Franco de Vita colaborarán en su internacionalización.‘Con toda el alma’ será difundido fuera del país a través de Emi Music y Alegría. Velasco está contento. Desde el gran ventanal de su casa mira su ciudad y espera el momento de que su CD esté en los hogares de su público. No es un disco cualquiera. Es un concepto con puro sabor a Ecuador.