Los amantes de las comedias de adultos tienen desde hoy a su disposición ‘La novia de mi mejor amigo’, una cinta que juega con el sugestivo personaje del gigoló, pero a la inversa.
Se supone que el gigoló (un varón que vende su compañía por dinero o regalos) debe ser caballeroso y buen amante. Pero Tank es un especialista en ofender a las mujeres. Es un antigigoló, y por eso lo contratan los ex novios, quienes pagan a Tank para que salga con sus antiguas novias y les haga pasar un pésimo rato.
Esto tiene un fin algo retorcido: que las chicas sufran con el bestia de Tank, comparen y regresen felices y arrepentidas con sus antiguos novios.
Este ‘trabajo’ va bien, hasta que el gigoló deja su ‘profesionalidad’ a un lado cuando le toca despechar a la novia de su mejor amigo. En lugar de maltratarla, buscará conquistarla.
El director Howard Deutch, con amplia experiencia en filmes de temas románticos (estuvo a cargo de la simbólica ‘La chica de rosa’), en esta ocasión permite que el nivel de obscenidad sea más alto del habitual, lo cual puede lastimar a los más sensibles de la sala. Alec Baldwin se pasa de la raya en su papel de viejo verde.
Deutch compensa esta vacilación con un montaje ágil, que da prioridad a la fluidez y a la diversión, y con una interesante exploración de las relaciones actuales en Estados Unidos, donde la pareja ya no es tan sólida como antes.
Los actores principales, Dane Cook y Kate Hudson, logran tener la química necesaria para que sus enredos sean entretenidos hasta el final.