Una música caribeña y llena de son no es suficiente para moverse al ritmo de la salsa. Este género musical es tan variado como los estilos sobre los que se puede bailar. Las cinco formas principales se denominan bajo el lugar de origen del estilo.
El Colombiano o Caleño, se identifica por un rápido movimiento de los pies, inspirado en la cumbia la gente de Cali que le ha dado sabor a este baile.
El cubano se califica por movimientos circulares inspirados en el son. La Rueda de Casino se popularizó por permitir un baile en equipo. El mismo que sigue las órdenes de un líder para ir cambiando de parejas en el círculo.
El Puertorriqueño es parte de la salsa lineal en la que predomina el movimiento de caderas y cintura de las mujeres y el movimiento de hombros de los hombres.
El L.A. se originó en Los Ángeles y es un estilo estructurado y metódico que permite realizar saltos, vueltas, divisiones y giros a todos quienes no tengan el ‘sabor latino’.
El estilo Neoyorquino está influenciado por las orquestas por lo que los pasos no tienen quiebres sino que son más fluidos. Los pasos inician con una guía de la mujer quien da el paso principal hacia adelante para empezar.
A continuación profesores de baile de la Escuela Nacional de Baile identifican los errores más comunes de quienes bailan salsa. Lo primordial –resaltan- será siempre divertirse.
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