Los famosos bloques plásticos interconectables se han convertido en una fuente de inspiración para videojuegos y su poder para desarrollar la imaginación también tiene sus réditos en el plano educativo.
Desde Lego Island, el primer juego basado en la popular marca danesa Lego, los video-juegos dieron en el clavo al combinar verdaderas sagas de supervivencia y permitir toda clase de construcciones.
Para el ‘gamer’ casual hasta el más fanático de los bloques de cololores, adentrarse en el universo Marvel, Piratas del Caribe, Indiana Jones, Star Wars, Harry Potter, entre otros, es simplemente divertido.
82 años después de que Ole Kirk Christiansen, el carpintero que fundó la exitosa firma de juguetes con una producción de más de 20 000 piezas al año, el psicólogo John Sutton explicó por qué los sets de legos causan tal fascinación.
En la revista British Psychological Society, el especialista británico dice que este juego permite desplegar el instinto constructor sin necesidad de tener gran habilidad física.
Psicólogos de las universidades de Cambridge y College London y otras usan los legos como instrumento terapéutico, por la capacidad que tiene para relajar. Esto permite, además, analizar el razonamiento espacial de quienes lo usan.
Sutton considera que esto permite a los niños armar y desarmar realidades, les abre un mundo de creatividad en la resolución de problemas y estimula la imaginación.
Paúl Rivera, padre de dos pequeños, dedica los fines de semana a jugar con legos.
Mientras Vale, de 10 años, opta por hacer construcciones espaciosas y llenas de colores; Maty, de 5 años, prefiere edificios con amplios parqueaderos para sus naves espaciales.
Lo interesante es que estas creaciones sirven para construir historias con otros juguetes, como los transformers, monsters o dinosaurios.
Uno de los videojuegos que ha revolucionado es Minecraft con una plataforma de creación de escenarios, inspirada en el universo Lego.
El juego, ya sea para sobrevivir o construir, se desarrolla en un mundo virtual hecho de bloques de diversos materiales: arena, lava, obsidiana, rocas.
“Se trata de sobrevivir en un mundo abierto con infinitas posibilidades, donde exploras cuevas, enfrentas monstruos, descubres minas abandonadas. No hay límites, se puede crear lo que más gustes solo con tu imaginación”, así relata su experiencia Aldaír Borja, de 19 años. Este joven, que empezó a jugar en el 2009, creó una web dedicada a Minecraft, en la que ya tiene 863 seguidores.
Ahí comparten desde cuál es su bloque favorito hasta entablar amistades del mismo país para desarrollar la creatividad.
En las aulas de clase, Minecraft sirve para resolver dilemas utilizando conocimientos y lógica. También se usa para desarrollar proyectos de diseño y fomentar trabajo en grupo.
Al principio, a José Pablo, otro usuario de Minecraft, le pareció aburrido, pero ahora juega con gente de España, Argentina, México. Entre sus creaciones se destaca una réplica de la Mitad del Mundo y creó su propio servidor YoutubeCity. “Al armar un servidor controlas con quién juegas y colaboras en tu mundo”.
Desde que Mateo Jaramillo, de 11 años, entró en los mundos de este videojuego, cree que es más creativo y usa la imaginación en todo lo que hace. Juega en una PC, ‘tablet’ o en el celular.
Tantos los cubos plásticos como los videojuegos ahora también se usan en las empresas para incrementar la productividad de los trabajadores, a través de la creatividad.
NO OLVIDE
Se pueden usar los videojuegos para desarrollar lógica matemática, resolver acertijos o dilemas.
Puede encontrar servidores multijuego para fijar sesiones con amigos y usar Skype para escucharse.
En aulas también ayudan a desarrollar habilidades de computación y programación.
Haga clic aquí para ver la infografía.
[[OBJECT]]