¿Cómo evalúa la situación de la salud en el Ecuador?
En un momento se llegó a tal carencia de recursos económicos en el Ministerio de Salud que los médicos no eran de ocho horas, sino de cuatro y no vivían en el pueblo. Salud recibía apenas el 3,5% del presupuesto general del Estado. Pero con este Gobierno se le da un gran impulso: médico de ocho horas, el plan de atención primaria de salud y con una política de Estado.
¿Cree usted que el ecuatoriano se alimenta bien?
Uno, después del almuerzo, se sirve una tacita de café. Pero no sabe que este imposibilita la absorción del hierro que pudo tener la comida. Hay muchas mujeres anémicas que luego de almorzar se sirven una tacita de café. Además ese estrato poblacional no tiene suficiente ingreso calórico y proteico. La carne no es un alimento universal ni de todos los días. Un poco de carne con hueso es para lo que avanza el salario de muchos ecuatorianos que viven con dos o tres dólares al día.
¿Es un asunto económico o también hay un aspecto cultural en esto?
También es cultural. Esto lo digo con énfasis, porque tenemos un seudo cereal andino: la quinua, que es una maravilla. Ofrece un alto contenido en aminoácidos esenciales, es decir riquísimo en proteínas útiles para el hombre, aparte de minerales y más. Quien consume maíz y quinua, complementa su alimentación.
¿Se ha perdido en el país la costumbre de una alimentación equilibrada?
Es indudable que ya no se consume una alimentación equilibrada. Prácticamente se dejó de producir quinua. Al español nunca le gustó la quinua e impuso el trigo, pero no estaba al alcance del campesino común y su dieta se redujo a papas y maíz.
¿Cuáles son los beneficios al consumir quinua?
Quinua, maíz y una ensalada de hierbas ofrecían un equilibrio importante en elementos nutritivos. Es impresionante lo que para la alimentación andina significó el proceso de aculturación.
¿Cómo se puede lograr una dieta equilibrada?
Difícil porque con dos o tres dólares diarios no hay muchas alternativas. El 30% de ecuatorianos vive con esa cantidad de dinero. Hay que volver a consumir la quinua junto con el maíz. También se debe incentivar el consumo del fréjol y de la lenteja en la Costa. Debe aplicarse políticas de abaratamiento de esos productos.