La atención fue normal. Los servicios del hospital Pablo Arturo Suárez, del norte de Quito no se alteró tras la renuncia de al menos 90 médicos. Los galenos dejaron sus puestos por la tipificación de la figura de mala práctica profesional en el Código Integral Penal.
Las reacciones ante esa normativa también se sintieron en el hospital. El miércoles (22 de enero), en este centro renunciaron 90 médicos, pero los servicios no se afectaron. El anuncio de renuncias masivas en los hospitales del país, comenzando con unos 90 en el Pablo Arturo Suárez en Quito, evidencia el déficit de especialistas que existe a escala nacional. Esa casa de salud quedaría prácticamente sin médicos especializados.
El sistema público de salud tiene un déficit de 6 000 galenos a escala nacional. Estos datos los entregó ayer el presidente de la Federación Médica, Alberto Narváez.
Las especialidades con más vacíos son: Anestesiología, Cardiología, Endocrinología, Pediatría y Neurología, entre otras. También las subespecialidades, como Neurocirugía. A esto se suma que en ciertas áreas solo existe un profesional en todos los hospitales públicos, como en endoscopias pediátricas.
La problemática se agudiza con más renuncias registradas ayer. Según las dirigencias provinciales, médicos de Cuenca y Ambato también decidieron dejar sus cargos en la red pública de salud y el Seguro Social. Mientras en Santo Domingo están previstas renuncias, aunque continúan en conversaciones internas.
No existe un número oficial de los galenos que dimitieron, pero se informó que en el caso de Ambato 80 médicos entregaron su renuncia voluntaria e irrevocable.
Desde las 07:00, en el Hospital del IESS de esa ciudad se reunieron los médicos. Tras una hora y media de deliberaciones tomaron la decisión. Guillermo Bastidas, presidente del Colegio de Médicos de Tungurahua, explicó que los galenos se solidarizaron con sus compañeros de Quito.
“Firmamos nuestra renuncia y estamos esperando el proceso orgánico legal. El departamento de recursos humanos debe aceptar las dimisiones y después de 15 días se ejecutarán las salidas”.
Debido a que las renuncias todavía no se hacen efectivas, el servicio en los diferentes hospitales fue normal.
En el Pablo Arturo Suárez no se registró ningún inconveniente. Adriana Benavides de 26 años esperaba en el área de Traumatología. Mientras revisaba sus radiografías, otros pacientes eran llamados para ser atendidos según los turnos. Lo mismo ocurrió en otras casas asistenciales de la capital. En los pasillos y en las oficinas de ese hospital, los médicos confirmaron que tienen temor por el Código Penal.
El Ministerio de Salud, frente al déficit de especialistas, ha señalado que la falta de profesionales está ligada al aumento en la demanda desde que se implementó la gratuidad.
Carina Vance, ministra de Salud, indicó que los médicos renunciaron por desconocimiento del artículo y no por malicia. Así dijo en rueda de prensa en Guayaquil.
Añadió que no podrán ser juzgados si los hospitales públicos o privados, no les proveen los insumos necesarios. Hoy (23 de enero9 habrá reuniones de médicos, en Quito.