Daniel Salamanca tiene un blog sobre arte, en el que va a contracorriente del periodismo tradicional, en la revista Arcadia. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
El periodista y artista colombiano muestra su obra en NoMíNIMO, en Guayaquil, hasta fin de mes.
El artista colombiano Daniel Salamanca (Bogotá, 1983) armoniza con desenvoltura su faceta creativa con la de periodista cultural en la revista Arcadia, donde mantiene un blog sobre arte latinoamericano. Sus artículos procuran ser una contrapropuesta a la corriente dominante del periodismo cultural. Hasta finales de mayo en NoMíNIMO está su muestra titulada ‘La Panamericana. Destino Guayaquil’.
¿Cómo conjuga su condición de artista y la de periodista cultural en Arcadia? Salamanca dice que desde que estaba en la Universidad Javeriana (de Bogotá, estudiando Artes Visuales) e iba a exposiciones, se dio cuenta de que le resultaba mucho más sencillo entender sobre arte que lo que se le hacía a alguien que únicamente fuese periodista.
Por eso lo invitaron a escribir un blog sobre arte en Arcadia. “A veces es difícil. Es complicado estar del otro lado, en el papel de periodista, y escribir sobre artistas”, dice.
Salamanca está convencido de que se debe ser muy directo, puntual, (por ejemplo decir): “El artista intenta ser poético y se vuelve propagandístico”. Y sabe que hay que ser cuidadoso porque tampoco se trata de ser grosero.
Es importante que quien escriba la crítica lo haga en primera persona, para que muestre su lectura: “Esta obra me estremeció por tal razón”, por ejemplo. Pero apunta que no existe mucho de esa crítica directa. O son muy académicos o se van por las ramas.
En sus artículos da prioridad al contexto en el que percibe una obra. Torna el texto en una suerte de crónica intimista de su acercamiento a una obra. ¿A qué obedece esa estética? Él dice: “Es una forma de burlarme del ‘mainstream’ del periodismo cultural. Muchos reporteros van a las galerías a hacer lo mismo, a hacer lo que manda el mercado. Procuro que mis textos sean más íntimos”, y obviamente no encajarían en un medio tradicional.
De lo que se hace en esos medios opina: “Hay una mirada muy básica y superficial de las muestras artísticas. Pasa por cuestión de tiempos que, hoy en día, son muy cortos. Todo tiene que ser muy… muy rápido. Al periodismo cultural le hace falta profundidad”.
La profundidad que plantea apunta sobre todo a los conceptos. “Se escribe -dice- de la superficie: Tal artista presentó unos dibujos. No se observa qué está pasando en la escena artística de una ciudad, de un país. Por ejemplo, en Colombia hay artistas trabajando con materiales industriales, artesanales.
Eso responde a que vivimos en el tercer mundo, donde es difícil financiar una producción más grande. Si uno no ve ese contexto no va a entender nada. Hay que comprender la lógica a la que responde un hecho”, completa.
Gay Talese es uno de los autores de los que se nutre, por la combinación perfecta que logra entre literatura y periodismo. ¿Qué relación deben establecer el texto y la muestra? “Una relación complementaria y de apoyo. Esto implica no ser complaciente y,al mismo tiempo, generar una lectura que guíe al espectador”.