La primera pregunta que puede asaltar al espectador ante la presencia de las esculturas creadas por Milton Estrella es: ¿puedo tocar? Voluptuosas, curvilíneas, de gran formato o más bien pequeñas, las 30 piezas que conforman ‘Esculturas fósiles’ son absolutamente apetecibles al tacto. Y desde esta noche, a las 19:00, están listas para ser vistas y tocadas en Ileana Viteri Galería, en Quito.
De mármol, piedra o madera, las figuras logradas por Estrella remiten a la bella paradoja del movimiento en la quietud absoluta; algo similar a lo que ha logrado la bailarina contemporánea finlandesa Virpi Pahkinen -que visitó Quito hace unos años- con su raro y delicioso baile en el que escasamente se mueve y, sin embargo, se mueve… e hipnotiza.
Después de tocarlas -el artista lo permite; es más, dice que lo raro es que no fueran tocadas-, es fácil ser parte de ese diálogo intenso que Estrella asegura que tiene con los materiales, los mismos que gracias a gubias, cinceles, mazos o motosierras cobran una vida nueva. Como centro de la propuesta de esta exhibición -cuyas piezas fueron trabajadas mayoritariamente durante el 2011- está el acto resucitador. Estrella trabaja con maderas desechadas, pertenecientes a árboles que ya no tienen cabida en los planes de la gente que los tala y que en lugar de botarlos se los regala a él.
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Pero esta no es una obra de tinte ecologista, al menos no en un sentido fundamentalista; las tres series que conforman la muestra: ‘Árboles muertos en veredas frías’, ‘Envolventes’ y ‘Melcochas’ apelan a que el espectador se plantee cómo está viviendo y vaya hacia lo que se ha convertido en fundamental en su vida. Nada más y nada menos.
El vacío, que también forma parte importante en todas las piezas y con el cual juega de manera inteligente la obra, proporciona esos espacios de respiro, propicios para una contemplación más reflexiva. “En mi escultura no hay recovecos donde la gente se pueda quedar pasiva”.
Con ‘Esculturas fósiles’ Estrella se siente más libre que nunca. La escultura mueve muchos hilos dentro suyo, de una manera muy distinta a la pintura (y sin embargo, es con esta última que Estrella se ha hecho acreedor a varios premios artísticos y se ha ganado a la crítica a nivel nacional).
Desde ahí plantea, por ejemplo, la serie ‘Envolvente’ que habla del principio y del fin. “¿Has visto cuando una planta deja de ser semilla y germina cómo se retuerce? Y cuando está por morir también se retuerce, ¿cierto?”, dice para explicar cómo su obra alude al principio y el fin de toda vida. Decididamente abstractas, sus obras, vistas de cerca, sí pueden llegar a generar preguntas sobre lo básico de la existencia.
De 07:00 a 20:00, si no todos los días, casi todos , Estrella da vida a sus cavilaciones a través del mármol, del que dice: “Es duro, pero frágil”; o de la madera, que es: “Suave, pero difícil”, como son algunas cosas importantes en la vida de la gente… Así, armado de paciencia, fierros o moladoras, Estrella filosofa y hace poesía, mientras conversa, como quien la acaricia, con su materia prima.
Sobre la exposición
Milton Estrella ha sido reconocido por su trabajo pictórico; entre otros premios ha ganado el Mariano Aguilera y el Salón de Octubre; también ha sido premiado en China y Suiza.
Nació en 1969 y es autodidacta. Su obra, en pintura y escultura, es abstracta.
La muestra se abre esta noche a las 19:00 en Ileana Viteri Galería, en la av. González Suárez N 31-150, edificio Atrium.
Las 30 piezas están trabajadas en pino, naranjillo, nogal, mármol y piedra. Algunas son ensambles.