La literatura histórica de ficción que utiliza al Vaticano como escenario predilecto para misterios, secretos y conspiraciones de poder y conocimiento mueve masas.
Los escándalos de la ‘Ciudad Santa’ han sonado varias veces en medios de comunicación. También la controversia alrededor de los nuevos hallazgos científicos que se confrontan a la religión.
Sin aclaraciones de las partes implicadas, no es extraño que exista espacio para la especulación. Y qué mejor lugar para especular que la literatura.
Ahora, los recientes sucesos que envuelven al Vaticano y los documentos filtrados que salen a la luz, abren nuevamente la puerta a la duda y la intriga.
La literatura de ficción religiosa que se publica en el mundo desde hace aproximadamente 30 años, aunque su auge ocurrió hace 10, cuestiona la idea del intocable poder, la riqueza del Vaticano y un conocimiento oculto.
El misterio se remonta a la Familia Borgia y el papado de Alejandro VI, conocidos en la historia como una familia que utilizaba el asesinato, la corrupción y el nepotismo como estrategia para mantenerse en el poder.
En la novela ‘Los Borgia’, del escritor Mario Puzo, se expone a esta familia con sus bajas pasiones y su sed de poder: “La primera gran familia del crimen”. Así también ocurre con ‘La hija del Papa’, en la que César Vidal se adentra en la mente de Lucrecia Borgia y la muestra en sus facetas más vulnerables y humanas.
El acercamiento al imaginario de los personajes permite crear una empatía en el lector para comprender a cada uno de ellos.
Otro de los grandes temas de esta literatura de ficción es la cuestionable moral de la doctrina católica. Dentro de estas novelas el Vaticano oculta cierto conocimiento que significaría una gran iluminación para la humanidad pero la pérdida de su poder.
Libros como ‘El código Da Vinci’, de Dan Brown, ‘El enigma sagrado’, de Michael Baigent, Richard Leigh y Lincoln, abordan el tema de la descendencia de Jesús y María Magdalena. Es como si el hecho de humanizar a Jesús hiciera que la Iglesia pierda las riendas de su dominación doctrinal sobre la moral.
Este tema está acompañado de lugares oscuros o subterráneos, sociedades secretas que ocultan información, personajes detectivescos y arriesgados o seres fanáticos y perturbados que buscan a toda costa esconder la verdad. Sin duda, el misterio siempre lleva al lector a leer hasta el final.