El sol de mediodía entraba por las claraboyas de la Fundación Guayasamín.
Ante los ojos y las manos que se retratan en las series pictóricas ‘La espera’, ‘La madre’ y ‘La ausencia’ de Oswaldo Guayasamín, intelectuales, miembros de la Academia de la Lengua y diplomáticos de España y Chile asistieron, ayer, a la presentación de tres libros que tienen a las letras americanas como protagonistas.
Se trata del Diccionario de americanismos, de la Antología del poeta chileno Pablo Neruda, y de la Antología, en verso y prosa, de su coterránea Gabriela Mistral.
Jorge Salvador Lara, presidente de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, y Fernando Revilla, director para Ecuador de Santillana (sello editorial de las publicaciones) dieron la bienvenida. A sus palabras siguieron las de Susana Cordero, Renán Flores y Julio Pazos, quienes presentaron cada uno de los libros. Estos se enmarcan en el afán de la Real Academia Española por fomentar las relaciones linguísticas entre los países hispanohablantes.
Cordero, para presentar el Diccionario, recordó un pasaje de ‘Vivir para contarlo’, donde, el escritor colombiano García Márquez describe su primer contacto con las palabras. Luego resumió el trabajo para la obra lexicográfica. Su intervención concluyó con un toque de humor: utilizó términos y locuciones incluidas en el Diccionario y “dejó diciendo que nada esta acabado”.
Un recorrido por la trayectoria de Gabriela Mistral construyó el discurso de Renán Flores. En él, se evocó el Premio Nobel a Mistral y mencionó que su poesía es de amor y muerte, de desolación y esperanza. Julio Pazos, por su parte, habló de los estudios que se anexan a la antología de Pablo Neruda, leyó textos del chileno y repasó su vida y pensamiento.
Cerraron el acto las palabras de Eduardo Escobar, en representación de la Embajada chilena y Federico Torres, embajador de España. Luego fue tiempo de los vinos y las empanadas chilenas.