Israel declaró al escritor alemán Günter Grass persona non grata debido a sus recientes comentarios sobre la política del país, confirmó hoy un portavoz del ministro del Interior, Eli Yishai. La decisión implica que el escritor no puede volver a viajar a su territorio. “Considero un honor prohibirle la entrada en el país sagrado”, dijo Yishai, al considerar que el Premio Nobel de Literatura ha cruzado una línea roja con su último poema.
El ministro del partido Shas, radical religioso, considera que con ese poema Grass buscaba “atizar el fuego del odio contra Israel y su pueblo”. De ese modo, “propaga la misma idea que antes apoyó de manera abierta llevando el uniforme de las SS”, dijo en alusión al servicio que Grass hizo durante la Segunda Guerra Mundial en las Waffen-SS y que mantuvo en secreto durante 60 años.
Yishai dijo en declaraciones a la radio israelí que Grass debe ser reconocido sólo como Nobel de Literatura y comparó el poema con las proclamas antisemitas que provocaron el Holocausto. “Sencillamente no se puede guardar silencio ante esas palabras”, dijo el ministro, que habló con desprecio de Grass acusándolo de “antisemita”.
En su poema “Lo que hay que decir”, Grass censuró el hecho de que Israel amenace a Irán con un ataque preventivo por su programa nuclear que podría “exterminar al pueblo iraní”. También afirmó que el Estado judío pone en peligro la paz mundial, lo que le ha granjeado duras críticas y ser señalado como antisemita. “Si Günter Grass quiere seguir publicando sus obras deformadas y mentirosas, debería hacerlo desde Irán, allí contará con un público entusiasmado”, dijo asimismo el ministro.
También el ministro del Exterior israelí, Avigdor Lieberman, criticó a Grass en un encuentro con el primer ministro italiano Mario Monti. Las afirmaciones del autor alemán son una expresión de cinismo, consideró. Los intelectuales como él están dispuestos a “sacrificar a los judíos en el altar de los antisemitas”.
Israel considera a Irán como la principal amenaza a la que se enfrenta a causa de su programa nuclear y de las reiteradas amenazas por parte del presidente Mahmud Ahmadineyad de borrar al país del mapa.
En los últimos meses ha habido muchas especulaciones en torno a un posible ataque israelí contra las instalaciones atómicas iraníes para acabar o retrasar significativamente el eventual acceso del país persa a armas nucleares.
Grass no reaccionó de momento al anuncio y tampoco el Ministerio de Exteriores alemán, aunque el poema desató también numerosas críticas dentro de Alemania. No es la primera vez que Israel prohíbe la entrada a extranjeros en “castigo” por críticas a su política.
El profesor judío de lingüística estadounidense Noam Chomsky estuvo hace dos años atrapado en la frontera con Jordania sin poder entrar y el verano pasado varios cientos de activistas propalestinos tampoco pudieron acceder a Cisjordania. En octubre de 2010 Israel expulsó a la Nobel de la Paz irlandesa Mairad Maguire tras una semana de detención, que había viajado al país para reunirse con activistas pacifistas.
De director de orquesta Daniel Barenboim rompió en 2001 un tabú y tocó en Israel música de Richard Wagner, rechazado por sus ideas antisemitas. Entonces hubo exigencias de declararlo personan non grata, pero al final no ocurrió.