La casa en la que vivió la niña judía Ana Frank antes de tener que refugiarse en la famosa residencia de la Prinsengracht de Ámsterdam podrá ser visitada nuevamente por el público el próximo 10 de diciembre, informa hoy el periódico holandés “De Volkskrant” en su edición digital.
Según el rotativo, la casa en la que vivió la niña, en la Merwedeplein, en el sur de Ámsterdam, sólo estará abierta ese día, y para un reducido número de personas, como mucho 300.
La familia Frank vivió en ese lugar entre diciembre de 1933 y julio de 1942. Allí la pequeña comenzó a escribir lo que sería después conocido en todo el mundo como “El Diario de Ana Frank”.
En julio de 1942 la niña tuvo que marcharse de allí y buscó refugio en la casa de la Prinsengracht, convertido ahora en museo, junto a su familia. De hecho, el título original del diario era “La casa de atrás” (“Het Achterhuis”), en referencia a la vivienda camuflada en la cual vivió junto a su familia y otros judíos de Ámsterdam perseguidos por los nazis.
La casa original de Ana ha sido cuidadosamente restaurada, gracias a la Fundación Ana Frank, con la decoración de aquellos años, muebles originales de los años 30 y 40 y otros objetos que pertenecieron a la niña, fallecida por tifus en el campo de concentración nazi de Bergen-Belsen en 1945.
En una de las pocas filmaciones de cine en blanco y negro que existen de Ana Frank se aprecia a la niña asomada al balcón de esa vivienda de la Merwedeplein.