Tijeras, agujas, hilo, papel, las manos, un proyector de diapositivas y un poco de imaginación fueron las herramientas que utilizaron los dos artistas del Teatro de Papel de Alemania en su obra ‘Caramba y caray’, para enmudecer a los niños que, minutos antes que empezara la obra, estaban inquietos en sus asientos del Teatro Variedades.
Susanne Winter y Johannes Volkmann ofrecieron una obra divertida, dinámica y llena de fantasía en la que a partir de conceptos básicos, como coser figuras sobre papel, lograron que adultos y niños jugaran con su creatividad.
Coser, cortar y rasgar; todo partió de ahí. Un cosido por ahí, otro por allá. Un corte por ahí y otro por allá. Una casa, un sol, una flor, una camiseta y así continuaron apareciendo figuras.
Niños y niñas miraban fascinados sin pestañear y con la boca abierta (literalmente), lo que el sastre y la costurera creaban. Los adultos también miraban atentos y maravillados.
“Me encantó la obra. Es increíble cómo lograron volver a lo simple en un mundo tan técnico”, dijo Mercedes Serrano, una espectadora.