Viene del latín talentum y en una de sus acepciones significa: capacidad para el desempeño o ejercicio de una ocupación; podríamos añadir que necesariamente requiere de altas dosis de creatividad y arrojo, porque eso fue lo que se vio el martes en El Pobre Diablo, cuando 11 jóvenes demostraron su talento en el concurso Aspiralafama, organizado por el colectivo Fuera de Formato.
Algunos más clásicos, como Sigfried Tieber con su acto de magia (fabuloso), Nicole Bravo y su danza contemporánea o los Raza Q’eche y su performance teatral; la sencillez y frescura de Sharon, una chef impecable que enseñó al público, mientras hablaba en tres idiomas, a hacer pasta de ajo; u otros más conectados con la calle como Oligory y los chuchaqui boys y esa especie de teatro callejero mezclada con video, también Lux y su ‘breakdance’.
También estuvieron los que ayudados por la tecnología hicieron las delicias de quienes abarrotaron (literalmente) el bar esa noche: Nicola Cruz con sus luces convertidas en sonidos, lo cual transformó al sitio en una suerte de cápsula oscura (con todas las luces apagadas) en las cuales uno podía creer que escuchaba los sonidos de un universo de ciencia ficción; o Julián de la Torre, quien primero tocó el órgano y luego el saxofón, mientras el órgano ya sin él al frente seguía sonando…
Las Rima Roja en Venus y Black Mama tuvieron razón cuando dijeron que ellas no hacían hip hop sino que “somos el hip hop”, porque la noche se llenó de energía luego de su presentación.
La gente también se animó con la música de Carlos Carrillo a.k.a. Teclas Brixton y con el ukelele de Gabriel Pérez, quien resultó el ganador de la noche, por votación del público. Esta fue la primera edición, dijeron que habrá más.