Un canal de agua que venía desde la parroquia de Sayausí llegaba hasta el actual Museo de Arte Moderno, ubicado en el Centro Histórico de Cuenca. De allí se recogía el agua para el barrio. Esa estructura de piedra aún se conserva en la parte posterior, que se denomina el patio del Molino.
Este canal no es el único elemento singular de esta edificación que data de 1876 y que ocupa casi una manzana. Las salas que en la actualidad sirven para que los artistas realicen sus exposiciones eran usadas para albergar alcohólicos en el siglo XIX.
El obispo Miguel León la fundó como la Casa de Temperancia y se destinó para el tratamiento de alcohólicos y para hacer ayuda social. Con el paso del tiempo, el 15 de enero de 1924, esa casona se convirtió en la Cárcel de Varones.
La edificación, que cuenta con seis patios, jardines y paredes de adobe y bahareque, 13 años después pasó a ser asilo de ancianos e indigentes. De acuerdo con datos históricos poco a poco se construyeron más espacios y allí funcionó la Escuela de Trabajo, Hogar Infantil y Centro de Salud, que se deterioró por la falta de cuidado.
Según Eudoxia Estrella, exdirectora del Museo de Arte Moderno y fundadora de este espacio, cuando se hizo cargo, la casona tenía tanto los pisos como los techos en muy mal estado; entonces primero tuvo que ser restaurada para poder dedicarla al arte.
La acuarelista, que fue 30 años directora del Museo, recuerda que con 25 obras de Luis Crespo Ordóñez se abrieron las puertas de este espacio. Ella sembró árboles de eucalipto y una variedad de flores.
En este centro cultural se han desarrollado los salones Internacional de Escultura y Femenino de Pintura y desde 1987 es la sede principal de la Bienal Internacional de Cuenca. Allí se guardan las obras ganadoras de las 12 ediciones. También existe un fondo de 600 pinturas y esculturas. Este museo atiende de lunes a viernes de 08:00 a 17:00.