La performance de Tania Bruguera fue ¿publicidad o arte en acción?

La artista cubana Tania Bruguera fue detenida el pasado 30 de diciembre por convocar una tribuna abierta en La Habana (Cuba). Foto: EFE.

La artista cubana Tania Bruguera fue detenida el pasado 30 de diciembre por convocar una tribuna abierta en La Habana (Cuba). Foto: EFE.

Las obras de Tania Bruguera son conocidas internacionalmente por su connotación política y social. Foto: Adalberto Roque/ AFP

‘Pudo haber sido una actividad positiva para mover conciencias, así como una plataforma publicitaria”. Esta es la opinión del artista plástico y decano de la Facultad de Artes de la Universidad Central, Xavier León Borja, ­sobre la obra que la artista cubana Tania Bruguera intentó montar el 30 de diciembre pasado en La Habana.

La pieza performática llamada ‘El susurro de Tatlin #6’, de haberse realizado, hubiera ocupado la Plaza de la Revolución a manera de tribuna pública donde cualquier persona pudiera expresar su opinión sobre el régimen político de la Isla.

La idea surgió tras la reapertura de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos; para Bruguera es la oportunidad de volver a su país para debatir el estado de los derechos civiles en la Isla.

Del intento de poner en acción ‘El susurro...’ resultaron más de 50 activistas, intelectuales, periodistas y la misma Bruguera arrestados, para días después ser liberados, sin estar exentos de controversia.

La obra lleva el sello de la artista, conocida por la carga social y política de sus proyectos. Pero a decir de Ana Fernández, artista visual ecuatoriana y directora del Centro Cultural Metropolitano, la acción de la ‘performer’ cubana también podría ser una estrategia para llamar la atención.

Desde la perspectiva de Fernández, la acción de la artista cubana “tiene un afán de ser publicitada”. No obstante, Fernández recalca que es lamentable el arresto de Bruguera y que no le sorprende la reacción del régimen castrista.

Bruguera ya había montado esta obra en ocasiones anteriores, como en la décima edición de la Bienal de La Habana, en el 2009. Aquella vez el montaje de la pieza también fue polémico, aunque contó con los permisos de las autoridades para que se desarrollara en el marco de dicho evento cultural. Entonces participaron la bloguera Yoani Sánchez y el periodista Reinaldo Escobar, esposo de Sánchez; quienes también intentaron participar en la performance fallida de diciembre pasado y fueron arrestados.

De otro lado, León Borja afirma que el tema puede ser más complejo de lo que se muestra en los medios que han recogido los sucesos. Este artista plástico, que vivió unos años en la capital cubana, cree que las finalidades de Bruguera para la realización de la performance no fueron claras.

Bruguera no reside en Cuba, sino que se instala en las ciudades donde desarrolla sus proyectos. Cuando supo de la reapertura de las relaciones bilaterales estaba en Roma y desde allí escribió una carta a Raúl Castro, Barack Obama y al papa Francisco. En el texto Bruguera invita a Castro a “que se escuchen todas las voces; que no sea solo el resonar de las monedas lo que se nos ofrezca para llenar nuestras vidas”.

Este lunes 5, Bruguera se separó oficialmente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). Las respuestas del organismo llegaron en una carta sin firma acusándola de oportunista. Este hecho, sin embargo, no significa que los artistas sean funcionales al régimen, según Fernández. Para ella cualquier artista debería tener la libertad de adscribirse u oponerse a un régimen, contando con que algunos lo hacen con variados intereses.

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