Apenas quedan unos 100 ejemplares de esta especie en Galápagos. Por eso se armó una cruzada para tratar de salvar a los Camarhynchus heliobates o también conocidos como pinzón de manglar.
Estas aves sobreviven solo en la playa Tortuga Negra y Caleta Black (oeste de la isla Isabela). Y, hasta el momento, nueve de ellas han sido trasladadas a la bahía Urbina, cercana al sitio original y con condiciones similares. Se trata de una superficie de 30 hectáreas, lo que ayudará a que la población se incremente.
Allí, la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) realizó un control de roedores, principales depredadores del pinzón de manglar. .
La especie está amenazada por la degradación de su hábitat a causa de la presencia de especies introducidas.
Según la DPNG, los nueve pinzones fueron reubicadas de forma experimental. Se les colocó un diminuto radio collar para darles seguimiento y determinar su comportamiento en los días posteriores a la liberación. Uno regresó a su sitio de origen a 25 kilómetros de la costa.
Luego se determinará si el resto de individuos se adaptó o no a su nuevo hogar y a una diferente condición de vida. S
e espera que los individuos trasladados se adapten y empiecen a reproducirse. De acuerdo con el resultado de este primer grupo, se llevará a más pinzones en los próximos meses.
El pinzón de manglar está dentro de la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Su hábitat son los manglares, en los cuales encuentran madera muerta, especialmente mangle rojo, blanco y negro.
Asimismo, los científicos identificaron que esta especie de aves prefieren las áreas separadas del mar por una playa. Aparte, que se alimentan de insectos y otros invertebrados como larvas, arañas y polillas.
En esta campaña se unieron organizaciones como la Fundación Charles Darwin, el Proyecto Iniciativa Darwin y la Durrell Wildlife Conservation Trust. Coordina la DPNG.