Alexandra Latishev es la directora de ‘Medea’, un filme que se presenta en la sección Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián. Foto: captura
La directora costarricense Alexandra Latishev busca generar un debate sobre el aborto y el cuerpo femenino con su primer largometraje, ‘Medea‘, una dura y realista propuesta presentada este 27 de septiembre del 2017 en la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián.
“El aborto no es legal en Costa Rica y yo hago un retrato de la sociedad y del lugar en el que vivo y este tipo de problemas están planteados ahí”, resalta a Efe Latishev, que construyó la película como una reflexión “sobre el manejo del cuerpo desde una perspectiva femenina”.
La protagonista de ‘Medea’ es María José, una joven estudiante de Antropología que lleva una vida aparentemente normal, entre la universidad y las salidas con sus amigos. Pero esconde un secreto a todo el mundo y es que está embarazada y hace todo lo posible para perder al bebé.
Liliana Biamonte interpreta de manera solvente y dolorosa a una joven que sigue aparentemente con su vida normal pero que se va aislando gradualmente del mundo y de su propio cuerpo.
Para interpretarlo, la joven actriz tuvo que asimilar su personaje desde el cuerpo y no desde la razón, resaltó a Efe. “Tuve que vivir su día a día desde un plano más visceral, tener muy en cuenta su corporalidad”, precisó.
“Es un personaje desconectado de su propio cuerpo y que lleva esta situación al extremo”, precisa Latishev de una historia que hace un retrato tremendo de un caso en particular pero que representa un problema global en Costa Rica y en muchos otros países.
Una denuncia social a través del cine, aunque la directora es consciente de que con las películas “no vamos a cambiar el mundo”. “Pero sí podemos generar una discusión, un debate, alrededor de temas como el cuerpo o el aborto”, que son los temas centrales de ‘Medea’.
Un título que apunta a algunos de los comportamientos del personaje que son similares a los de la Medea de Eurípides, que asesinó a sus hijos para vengarse de su marido, Jasón.
Hay ciertas acciones similares, pero es sobre todo el “valor simbólico” del nombre lo que buscaba la realizadora.
Una coproducción de Costa Rica, Argentina y Chile, que se financió en parte mediante una campaña de crowdfunding y que tardó casi cuatro años en poner en pie, un plazo rápido para la pequeña industria cinematográfica costarricense.
También se benefició de su participación el pasado año en el apartado de Cine en Construcción del Festival de San Sebastián, que le permitió encontrar un agente de ventas, resaltó Latishev.
Con su participación ahora en Horizontes Latinos espera abrirse más puertas para distribuir el filme pero también para desarrollar su siguiente proyecto.