Las mujeres pertenecen a diferentes comunidades de Riobamba y un proyecto las unió para cantar con la Sinfónica. Foto: Cortesía del Municipio de Riobamba
Pasó cerca de un año desde que casi una decena de coros religiosos indígenas se unieran en un ensamble con la Orquesta Sinfónica de Riobamba para homenajear a la ciudad. Hoy es un proyecto permanente.
Cerca de 160 mujeres de varias comunidades de Riobamba son oficialmente parte de la Dirección de Cultura del Cabildo y las protagonistas de los eventos especiales. Sus voces se han escuchado, por ejemplo, en un homenaje a la independencia y en Navidad.
Sus cantos son originarios de la cultura Puruhá y hablan de la cotidianidad de las mujeres, del trabajo en el campo, del cuidado de los niños, y en algunos casos la letra se modificó para hablar de Dios y de las bendiciones que reciben.
“Nuestra cultura siempre se caracterizó por el respeto a las deidades, antes de la llegada de los españoles y la religión, nuestros antepasados ya hablaban de Pachakamak (dador de vida), y hoy esas creencias se expresan a través de la religión”, dice José Parco, coordinador de Interculturalidad del Municipio de Riobamba.
De hecho, fueron las diferentes creencias religiosas las que unificaron a las mujeres. Ellas pertenecen a varias iglesias evangélicas, católicas y cristianas, y solían encontrarse en los festivales y concursos de coros, donde cada agrupación participaba en representación de la comunidad.
Hasta que en abril del 2015 a los técnicos del Municipio se les ocurrió unificar sus voces para un evento especial. “Se trataba de una ocasión especial, pero cuando vimos la acogida y la hermosura del resultado final decidimos hacerlo permanente”, dijo Pablo Narváez, director de Cultura.
La primera vez que las mujeres se presentaron estaban nerviosas, a pesar de que ya tenían experiencia en escenarios. Sin embargo, por primera vez cantaron bajo la dirección de una profesional y en compañía de una sinfónica.
“Nos sentíamos como artistas. Nos contaron que el Alcalde de Riobamba iba a estar en primera fila y que tenía muchas ganas de escucharnos, nos dimos cuenta que era una oportunidad única, no sabíamos que iban a decidir que el grupo continuaría”, cuenta María Acán, una corista.
Las mujeres se reúnen cada semana en sus comunidades para ensayar las canciones y aprender cómo modular sus voces agudas y altas para que suenen uniformes, y antes de una presentación se reúnen en el Centro de Arte y Cultura de Riobamba para un ensayo general.
La preparación vocal y capacitación se inició en noviembre del 2016 e implicó todo un proceso de selección, pues al integrar el primer coro indígena municipal del país, los profesionales buscaban una alta calidad vocal.
El desafío más importante para los maestros de música fue acoplar las voces de todas a un mismo ritmo y tono. Además, se seleccionaron las canciones originarias más significativas para el pueblo Puruhá.
“Se escogieron las canciones que permanecen en la memoria oral de las personas y que han sido cantadas por varias generaciones. Algunas de las líricas de esas canciones se transformaron para acoplarlas a las creencias de las iglesias, pero son las mismas melodías”, cuenta Parco.
Ahora, el Cabildo tiene altas expectativas. El grupo participará en las fiestas de noviembre. El show atrajo por su originalidad y por el encanto que tienen las voces de las mujeres indígenas. Ellas alcanzan timbres de voz muy poco comunes”, dijo Andrea Paredes, una de las maestras de música.