El gastroenterólogo Luis Bassante contestó las preguntas enviadas por nuestros lectores sobre las infecciones gastrointestinales en niños.
¿Qué son las infecciones gastrointestinales?
Las infecciones gastrointestinales son una contaminación o colonización de gérmenes o microorganismos que ingresan por la boca hacia el tuvo digestivo. Esto se produce por la ingesta de agua o alimentos contaminados.
Es una patología muy importante en nuestro medio. Hace 10 o 15 años, la diarrea infantil, una de las principales manifestaciones de la enfermedad, era una de las primeras causas de muerte en el Ecuador.
Sin embargo, en los últimos tiempos esto ha disminuido por la implementación de políticas gubernamentales y por la educación que se difunde sobre cómo combatir este problema a tiempo, más si los afectados son niños, uno de los grupos más vulnerables. Cuando el bebé tiene diarrea y se deshidrata bruscamente, corre el riesgo de morir.
En la infancia, ¿cuáles son las edades más riesgosas?
Los niños tienen más riesgo de sufrir diarreas infecciosas o infecciones gastrointestinales cuando empiezan a estar libres en el suelo. Esto sucede, comúnmente, en los dos primeros años de vida, porque es la etapa en la que gatean o aprenden a caminar y están en contacto con superficies sucias o tienden a llevar cualquier objeto o juguete a la boca.
Estas infecciones, ¿tienen alguna relación con el lugar donde viven?
Por supuesto. La condición socioeconómica es un factor preponderante. Se ha visto que hay más casos de diarrea infecciosa en las poblaciones rurales que en las urbanas.
¿Cómo identificar las infecciones gastrointestinales?
El síntoma principal es la diarrea. Esto no se registra en adultos y en personas que sufren de estreñimiento. En ellas, se dificulta este proceso o mecanismo de defensa que intenta eliminar el tóxico, las sustancias y los microorganismos.
El intestino es uno de los aparatos donde se encuentra la mayoría de células del sistema inmunológico. Cuando la invasión de gérmenes es muy evidente y el aparato digestivo no logra controlarla, se presenta la diarrea primero.
Luego hay dolor abdominal (tipo cólico), que se produce porque el intestino se contrae y esto produce dolor. También puede haber náuseas, vómito o gases. La fiebre es una alerta que no siempre se presenta, a menos que el germen sea muy agresivo, invada la pared intestinal y viaje a través de la sangre a todo el organismo.
Estos síntomas, ¿requieren una consulta médica?
En el caso de los niños y de los ancianos siempre se debe acudir a un especialista, porque ellos corren el riesgo de deshidratarse con más facilidad. Cuando esto sucede, la presión arterial baja, debido a la pérdida de una gran cantidad de líquido o sales minerales, provocando desmayos.
Por eso, lo recomendable es acudir a un médico y no comprar medicamentos sin prescripción médica para combatir la diarrea. A veces, los niños son tratados con paralizadores intestinales y esto les ocasiona mayores problemas.
¿Existen condiciones de salud en las que puede resultar más peligroso tener una infección gastrointestinal?
Claro, en pacientes diabéticos, por ejemplo. Recordemos que la diabetes tipo I se presenta en la infancia, cuando los bebés nacen con el páncreas destruido y presentan problemas con la producción de insulina. En esta situación, una infección gastrointestinal resulta más peligrosa. Muchas personas diabéticas, ante una diarrea, dejan de comer, pero siguen con la medicación, provocando hipoglucemia (baja de azúcar en la sangre). Quienes tienen enfermedades cardiovasculares, al deshidratarse, presentan dificultad en la irrigación de la sangre hacia el corazón o el cerebro.
¿Cuál es el tratamiento en caso de infecciones gastrointestinales?
Examen
El primer paso, para cualquier persona, debería ser tomar una muestra de heces e inmediatamente llevarla al laboratorio. En el caso de los bebés basta con el pañal. Este examen da información válida, es simple de hacer y cuesta poco. Es importante recalcar que no debe pasar mucho tiempo desde que se toma la muestra hasta que se la lleva a estudiar, porque se pueden dañar las formas de los microbios y dar un diagnóstico errado.
Acuda al especialista
Muchas veces, los laboratorios cuentan con especialistas que pueden asesorar al paciente en lo que debe hacer. De no ser así, es fundamental que se comunique con el médico de confianza para que sea él quién determine el proceso a seguir. Lo que se pide siempre, cuando hay una infección, es la investigación de los polimorfos nucleares, que son los glóbulos blancos que se encuentran en las infecciones de tipo bacteriano. El tratamiento es diferente en infecciones de tipo viral, bacteriano, parasitaria o mixta.
Tratamiento
La mejor arma para combatir la diarrea es la hidratación, que se debe hacer con las sales de hidratación oral que están aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los sobres son fáciles de conseguir en cualquier lugar.
En caso de no tener acceso a esto, se puede hacer una preparación casera, hecha con un litro de agua hervida fría, media cucharita de sal y ocho de azúcar. Esta bebida se toma poco a poco.
Medidas
Un niño, en promedio, deberá tomar media taza o una entera cada hora, mientras acude al médico. Si la madre hidrata al niño no hay mayor peligro, pero si no es así existe el riesgo de que los riñones sufran un daño irreversible y una simple diarrea se convierta en una insuficiencia renal crónica, donde el pequeño está destinado a vivir con un riñón artificial. Es fundamental recalcar que la hidratación solo se puede hacer con suero oral, no con agua, cola o jugos.
Cuando no es posible la hidratación por vía oral, porque el niño vomita la preparación, hay que hospitalizarlo y aplicarle un suero vía intravenosa.
Medicamentos
Luego de la hidratación oral o parenteral, lo más recomendable es emplear probióticos, un grupo de medicamentos naturales, que no tienen efectos secundarios y que han demostrado gran efectividad ante este tipo de infecciones. El 70% de las infecciones diarreicas son de tipo viral; es decir, que no requieren de antibióticos.
Por eso, no se recomienda administrarlos desde el principio.
Las infecciones de origen viral normalmente ceden solas, como las gripes.
¿Cómo prevenir las infecciones?
Básicamente con la higiene de las manos y de los alimentos. A los niños hay que enseñarles desde chiquitos a lavarse las manos con abundante jabón luego de ir al baño. Hay que vigilar que no recojan cosas del sueño y se las lleven a la boca.
No comer en cualquier lugar es otra de las recomendaciones, al igual que el consumo de agua hervida y no de la llave.