La casa para los juegos infantiles es uno de los sueños más recurrentes de los niños y adolescentes.
Hay casas que se hacen ‘a la medida’ y otras que ya se adquieren hechas y que poseen los formatos más requeridos por los pequeñines.
En el medio existen algunos talleres expertos en fabricar este tipo de equipamientos; entre ellos están el Grupo FR, K-asitas y Technoswiss.
La mayoría de casitas son fabricadas a escala infantil y son estructuras firmes, herméticas y 100% impermeables. Las mediadas de una casa estándar son de 1,20 metros de ancho por 1,80 metros de profundidad y 1,80 metros de alto.
Las maderas más utilizadas son las de colorado, seike y eucalipto. Toda la madera se somete a un riguroso proceso de curación. El tratamiento depende del uso que se le vaya a dar y de las condiciones fisicomecánicas, ambientales y climáticas a la cuales estará expuesta. Cada experto tiene un sistema propio para inmunizarla contra la humedad, los hongos y bacterias.
Technoswiss, por ejemplo, utiliza el sistema ‘vacío-presión’, que se realiza en un autoclave que alcanza presiones de 10 a 12 bares. Las maderas son colocadas manualmente en una canasta metálica, que ingresa al autoclave (tubo de acero de 7 m de largo y 0,63 m de diámetro) que se cierra herméticamente. El tratamiento incluye el inmunizante alemán Wolmanit CX-10.
También se fabrican con bloques o WPC (tablero de madera, polietileno y aditivos) que oferta TPC. Estos resisten la acción de los agentes naturales.
Carlos Garcés, arquitecto, dice que para tener estas casas debe haber suficiente terreno. Si no lo hay, hay que ingeniarse uno. Él colocó una en la copa de un árbol, a la que se accede por red de yute. Jorge Echeverría y Pedro Ordóñez son otros profesionales que los incluyen a menudo en sus proyectos.