La palma de abanico o barbona (por los pelitos que tienen las hojas) tiene el nombre genérico de Washingtonia robusta y puede crecer hasta 30 metros.
Es una variedad de crecimiento rápido y no precisa de un tipo de suelo determinado. Como es una especie que crece mucho, la distancia mínima entre plantas debe ser de 5 metros. Su riego tiene que ser moderado y su crecimiento debe ser a pleno sol.
Uno de los factores para tener en cuenta en el mantenimiento: hay que cortar las semillas mientras están pequeñas y, también, las hojas viejas pues se secan y cuelgan en la palma de forma descuidada.
En el aspecto decorativo, son muy efectivas en camellones, arriates o rocallas. Se deben utilizar en jardines tropicales, o en grupos de 3 ó 5 juntas.