Las texturas como las de la piedra, ladrillo, laja e incluso madera se pueden recoger en el cemento convencional. Esto se logra con la técnica del hormigón de estampado, texturizado o decorativo.
Este es un sistema de pavimentación resistente y duradero, gracias a la aplicación de una gran gama de texturas, colores, endurecedores e impermeabilizantes.
Para Patricio de la Torre, gerente general de Plustec S.C, empresa que provee los materiales y difunde la técnica, uno de los beneficios del hormigón estampado es que el piso queda como un solo bloque; uniforme.
De la Torre explica que en el caso de las cerámicas o adoquines se corre el riesgo de que se salga el emporado (el relleno que las une). Esto, a su vez, causa la filtración de la humedad y el desprendimiento de las piezas.
Con el hormigón estampado se elimina ese riesgo, porque al final se coloca un sellador que tapa los poros y evita el ingreso del agua. “Este material tiene características superiores a cualquier baldosa de cemento. Es resistente al ataque de ácidos, grasas y aceites”.
Es ideal para patios, terrazas, estacionamientos, veredas, parques, caminerías para pisos exteriores e interiores y bordes de piscinas porque es antideslizante.
Silvia Ordóñez, gerenta de Operaciones de Plustec, explica que otra de las ventajas es la celeridad en el tiempo de instalación.
La limpieza de los espacios que tienen este terminado se hace únicamente con agua y jabón. Para dar brillo se puede aplicar cera y pulir con abrillantadora.
El mantenimiento es de una o dos veces al año, dependiendo del uso. Para recuperar la forma se aplica sellador en las áreas donde haya más desgaste. Esto no distorsionará el resto del piso.
En el mercado hay entre 30 y 40 tipos de moldes que simulan a la piedra, ladrillo, madera, adoquín. También existe un número similar de gama de colores.
De la Torre indica que se puede jugar con los colores, incluso combinarlos y darles tonalidad de envejecido. Se oxida el piso con pigmentos y ácidos y se logran texturas más naturales.
Depende del gusto del cliente. Por la versatilidad de la técnica, se pueden combinar otros materiales, como el granito.
De la Torre aconseja que antes de aplicar el colorante en el hormigón este debe fraguar por lo menos unos 20 días.
Si hay una afectación en las tuberías y se debe picar el piso, se puede volver a colocar el molde y se recuperará la textura.
La técnica está en el mercado desde hace dos años. Quienes estén interesados en aprender a aplicarla, pueden contactarse con Plustec, que dicta seminarios sobre su uso. “La idea es expandirla”, afirma Ordóñez.
¿Cuál es el procedimiento que se sigue en esta técnica?
Primero se rellena el área por decorar con el hormigón. Previo a esto se define el espesor del mortero que se usará. Este tiene relación con la resistencia requerida y al área de tránsito. Se alisa el hormigón todavía fresco para que quede uniforme.
Luego se aplica el color deseado al hormigón. El pigmento es un compuesto químico hecho con colorante, cemento y endurecedor. Este, aparte de dar la tonalidad, ayuda a que el cemento fragüe más rápido. Este compuesto se esparce manualmente hasta saturar el área. Se alisa. El secado dura entre una y dos horas.
El tercer paso es la aplicación del desmoldante. Este compuesto ayuda a que el molde no se quede pegado en el hormigón. También causa el efecto de envejecido dentro del mortero.
La inserción de los moldes es vital en el éxito de la operación. El material es de polipropileno. Una vez saturada el área con el desmoldante, se colocan los moldes escogidos. Una vez aplicados los moldes se deja secar un día.
El quinto paso de este proceso es el lavado. El envejecido se realiza según el gusto del cliente.
El último paso es la aplicación del sellador. Este componente da la tonalidad del terminado (brillante, medio o mate). Se aplica con rodillo, uniformemente. Se deja secar entre 48 y 72 horas. Este sellador tapa los poros y evita el ingreso del agua.