La flor de San Diego (ranunculaceas bullatus) es una planta bastante pequeña. Las hojas nacen directamente de la base, tienen forma redondeada y presentan pequeños dientes en los bordes; suelen ser cinco o seis de gran tamaño y rodean todo el tallo . Estos nacen entre las hojas de la base, son muy delgados, no tienen hojas y se encuentran completamente rodeados por unos pelillos muy tiesos.
Esta planta prefiere un suelo bien drenado, humífero; pero se adapta a otros tipos de suelos, incluso a los calcáreos.
El riego debe ser frecuente pero con suelo bien drenado. Tolera bien la poda y recortarla es beneficioso.
La poda es la típica de las plantas trepadoras de limpieza. Consiste en suprimir ramas muertas, secas, rotas o enfermas; y los rebrotes al pie.