Rosa María Valladares prefiere ir al centro comercial entre semana. “Los fines de semana o en los feriados la gente inunda los lugares como estos y uno no puede hacer ni ver nada”.
Junto a su pequeño hijo, Mateo, camina buscando algo de ropa. “En un centro comercial se encuentra más variedad de cosas aunque se corre el riesgo de que los precios sean más altos que en otros lugares menos llenos”.
Lo que comúnmente se llama ‘vitrinear’ es una costumbre que ella y su familia no han perdido. Recorren los almacenes preguntando precios, comparando marcas, probando tallas… y la mayoría de veces salen sin comprar nada.
Lo interesante de ir a un centro comercial es, cuenta Ángel Barahona, poder observar todo lo que está en oferta. “Por eso es de suma importancia que los locales sean grandes, tengan buena iluminación y esté ordenados”.
Jaime Viteri, director de proyectos de Ekron, la empresa que edificó el Quicentro Sur, explica que el tamaño de los locales es importante para la comercialización de los productos. “En el sur, por ejemplo, tenemos 260 locales que van desde los 40 m² hasta los 5 000 m², 90 islas y 3 000 parqueaderos (2 000 cubiertos)”.
Uno de los factores importantes dentro de un centro comercial es el patio de comidas. “Este es el sitio de reunión de la mayor parte de personas por lo que debe ser grande (en espacio) y debe ofrecer variedad de alimentos”.
Dentro de los centros comerciales también se imponen normas que suelen mostrarse por medio de la señalética. Los pequeños letreros que indican en donde están los baños, el extintor de incendios, las cabinas telefónicas, los ascensores… son algunos de los signos de esta rama.
El éxito de este trabajo radica en la comprensión total de las indicaciones. Lograr que las personas puedan dirigirse de un lugar a otro con la menor información.
Evitar acercarse a sitios de información y guardias de seguridad, con el fin de orientarse, forma parte de los objetivos de este arte que se adapta a la tecnología de punta y que ayuda a la convivencia dentro de un lugar grande como un centro comercial.
La seguridad es otro de los puntales. “La garantía de que voy a estar tranquilo dentro de un centro comercial es uno de los plus de estos lugares”, agrega Barahona.
La mayoría de centros comerciales o ‘malls’ cuenta con un servicio de guardianía privada. Adicionalmente, en algunos se ofrece un servicio de limpieza del vehículo mientras sus dueños realizan las compras.
En cuanto a los estacionamientos, un centro comercial debe contar con espacios suficientes. En Quito hay sitios que implementaron un sistema de cobro por tiempo. Los llamados parqueaderos inteligentes ofrecen la garantía de que el cliente encuentre un lugar para dejar el auto. La señalética que tienen ayuda a ahorrar tiempo y molestias.
Patricia Rodríguez pagó USD 1 en el Quicentro Shopping. “No estuvimos ni media hora y tuvimos que pagar. Además hicimos la cola, nos tocó hacer sellar… es mucho trámite para alguien que va a consumir”, se quejó indignada.
Derechos
Los clientes pueden recorrer las instalaciones del centro comercial en el sentido que ellos elijan.
La gente puede ingresar a los locales sin tener la obligación de realizar una compra. Deben respetar las reglas.
En el patio de comidas se puede exigir que existan mesas suficientes para ser utilizadas por todos los clientes.
Obligaciones
Se deben respetar los horarios de atención establecidos del centro comercial. Regularmente se abren a las 10:00.
Si se va a comer en el lugar, lo mínimo que hay que hacer al terminar de comer, es levantar la basura de la mesa.
El respeto es la base fundamental para la convivencia. Las personas deben demostrar educación con todos.