Jiménez también obtuvo los premios a la mejor figura, a la elegancia y a la fotogenia. Fotos: Mario Faustos / EL COMERCIO
En el campo se reserva el maquillaje y usa botas en lugar de tacones. Pero dice que la mujer de su provincia conserva el garbo aún en sus labores diarias.
Connie Maily Jiménez Romero, representante del cantón Ventanas y quien se identifica con la mujer campesina, se convirtió la noche del sábado en la primera Miss Ecuador originaria de la provincia de Los Ríos.
La soberana, electa en el certamen en Machala, tiene 20 años, ojos color miel, mide 1,75 metros de altura y viene de una familia de agricultores. Con solo 16 años viajó a Honduras donde se graduó en diciembre pasado como ingeniera en Administración de Agronegocios de la Escuela Agrícola Panamericana, más conocida como Universidad Zamorano.
“Realmente me bajé de una tarima de graduación y me vine a Ecuador a un curso de pasarela, a aprender a modelar y a dar todo de mí en este certamen”, contó la joven, que cursó parte de su formación en Polonia, donde realizó pasantías en el área de exportación.
Connie califica su participación en el concurso de belleza como un mensaje, sobre la idea de fijarse siempre nuevas metas y tenerlas presentes.
El proyecto social de la ahora reina consiste en una escuela agrícola para mujeres que trabajan en los campos, “bajo el sol, muchas veces con un hijo a sus espaldas”. La idea es compartir conocimientos sobre nuevas prácticas agrícolas, como herramientas de desarrollo, contó la Miss, quien bromea diciendo que “las ventanenses son las mujeres más lindas del Ecuador”.
La ecuatoriana número 61 en ostentar la corona, desde la elección de Leonor Carcache en 1955, tiene poca experiencia en los concursos de belleza. Sin embargo, recuerda que fue electa como Niña Ecuador en el 2003, cuando contaba con siete años de edad.
Entre sus pasatiempos está tocar la guitarra y cantar. Su talento le valió ser una de las cuatro candidatas que interpretaron como solistas el tema Color esperanza, de Diego Torres, durante la gala de elección. “Nos hicieron una audición y yo estaba un poco agripada. Fue un orgullo cantar junto a nuestra compañera Francesca Possieri, que es una cantante profesional”.
Además de la corona (USD 30 000), Jiménez obtuvo tres de las ocho designaciones de la noche: Miss Elegancia, Mejor Figura y Miss Fotogenia.