16 expositores tomaron el escenario del Teatro Sucre durante la quinta edición de las conferencias TEDx Quito. Foto: Cortesía.
¿Qué hacen alrededor de 800 personas reunidas durante ocho horas en un teatro? Divertirse, aprender, sorprenderse y hasta bailar. Al menos eso fue lo que pasó ayer 6 de junio en la quinta edición de TEDx Quito, que tuvo lugar en el Teatro Nacional Sucre.
Desde las 08:45, el público invitado a ser parte de esta experiencia que replica las conferencias TED Ideas Worth Spreading (Ideas que Merecen Ser Difundidas), empezaron a llegar a la Plaza del Teatro, para registrarse a tiempo para asistir al evento que comenzó a las 10:15 y se extendió hasta casi las 19:00.
El objetivo de la reunión era escuchar las experiencias, teorías e historias de vida de conferencistas de las más diversas áreas: robótica, producción chocolatera, teatro, medicina, música, etc. El eje que unió todas las charlas fue: Pasado, Presente y Futuro; a partir de ahí cada expositor creó una historia.
En total 16 personas se subieron al escenario para inspirar, en los 18 minutos que duraba cada intervención, a un público que los escuchaba con mucho interés. La cita terminó con concierto, a cargo de Wanukta Tónic (agrupación liderada por Álex Alvear), y con baile, a cargo del público.
A continuación la lista de expositores y los temas que trataron:
Óscar Vela (escritor). Vela habló de la importancia de volver a la memoria para poder seguir hacia adelante. Y de cómo él, en su imaginación, volvió a la habitación de su infancia, que estaba llena de libros, y encontró las razones por las cuales se convirtió en escritor.
Samantha Arévalo (deportista de alto rendimiento). La charla de la nadadora oriunda de Macas se centro en evidenciar cómo la preparación cuenta mucho más que llegar a la meta o cumplir con el objetivo. Arévalo también destacó el valor que han tenido en su formación en sinnúmero de obstáculos que ha tenido que sortear y que a la final han fortalecido su carácter y afinado sus destrezas deportivas.
Javier Cevallos Perugachi (actor de teatro). “Yo cuento historias, porque a mí me la contaban mis abuelos”, con esta frase comenzó la conferencia más memorable de la quinta edición de TEDx Quito. Con un manejo escénico impecable, Cevallos Perugachi abordó un tema tabú: la vergüenza que siente la sociedad ecuatoriana de su parte indígena, e invitó al público a no sentirse avergonzado de quién es.
Carlos Grijalva (cantante). El intérprete quiteño empezó cantando, como parte de los recursos didácticos que usó en su charla para hacer evidente su tesis: todos podemos hacer música, porque todos los seres humanos tenemos la capacidad de distinguir el timbre, el registro y la dinámica de los sonidos que nos rodean.
Santiago Íñiguez (capacitador). El planteamiento de este “educador global”, como se autodefine Íñiguez, fue que la educación puede remediar los males del mundo. Animó al público a ser autodidactas y a hacer de la búsqueda de conocimiento un camino de vida.
Denisse Calle (médico). Esta joven lojana compartió lo aprendido durante el año que hizo su formación rural de médico y cómo con un blog (#Ruraleando) que relataba sus experiencias en el campo logró la llamar la atención del Gobierno para cambiar positivamente el enfoque y la administración de la práctica médica rural en el país. Su objetivo a largo plazo es mejorar el servicio que da el sistema de salud pública.
Eduardo Villacís (artista). El título de su charla fue Falsificaciones Auténticas. Villacís demostró con su charla que “las pendejadas interesantes que imagino”, no son inútiles aunque pudieran parecerlo. Con ejemplos de su trabajo, como el de la historia gráfica The Smoking Mirror (que cuenta la conquista de Europa por parte de los aztecas) dejó claro que el absurdo o los mundo paralelos son caminos perfectamente funcionales al propósito de reflexionar sobre problemas de la sociedad actual.
Santiago Peralta y Carla Barbotó (emprendedores, fundadores de Pacari). La necesidad de montar una empresa sostenible como proyecto de vida fue la idea que estos emprendedores de la industria chocolatera compartieron con el público. Ambos demostraron con ejemplos cómo el involucramiento total y el conocimiento a fondo de la cadena de valor hace toda la diferencia a la hora de hacer comercio justo y ponerse de parte de la gente más necesitada y del cuidado del medio ambiente.
Sebastián Cordero (cineasta). El aclamado director ecuatoriano hizo un recorrido por su historia cinematográfica dando cuenta de un ‘problema’ recurrente que, a la final, es el responsable directo de toda su obra. El ‘problema’ en cuestión es la cualidad de imprevisible de la vida, que trastoca todos los planes y obliga a cualquier creador a resolver sobre la marcha un sinnúmero de dificultades. Y que son, precisamente, esas dificultades las que dan una vida inusitada (y distinta) a la obra concebida originalmente.
Alex Alvear (músico). El cantautor y compositor quiteño compartió con los asistentes su relación especial con la música, la misma que comenzó muy temprano en su vida. La tesis central de Alvear fue que la música tiene el poder para cambiar la realidad.
Santiago Mosquera y Javier Chicaiza (expertos en electrónica y robótica). Ambos expositores forman parte del proyecto Teebot, que enseña robótica a niños, para fomentar su interés en la ciencia, la programación, las matemáticas y la ingeniería en sistemas. Cuatro niños los acompañaron para hacer una demostración de lo aprendido en el programa de capacitación que ellos dirigen.
Monserrath Astudillo (actriz). Adoptando las formas del stand-up comedy, Astudillo abordó distintos temas relacionados con la situación de la mujer y denunció el conservadurismo que está minando los derechos sexuales y reproductivos de la sociedad, todo en clave humorística.
Manari Ushigua (sanador sápara). Ushigua es uno de los 570 sáparas que aún viven en la selva y se subió al escenario para contar su experiencia como habitante de ese lugar de la Tierra. La conexión de su pueblo con el mundo espiritual fue el eje a través del cual trató de explicar al público su forma de ver, sentir y relacionarse con la naturaleza, a la cual invitó al público a defender.
Dominic Muren (desarrollador de tecnología). Este ingeniero y diseñador de productos estadounidense habló de la importancia de entender desde una escala más humana a los emprendimientos tecnológicos, para que estos sean efectivos. Su fórmula es sencilla y combina estos tres factores: humildad, apertura y cooperativismo.