En la foto, la banda mexicana Molotov que se presento en el estadio Olimpico de Riobamba, en el RioRock 2015. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Molotov llegó a Riobamba con un espectáculo cargado de energía. La banda mexicana hizo que los centenares de jóvenes que acudieron al Estadio Olímpico de Riobamba, una ciudad andina del Ecuador, para participar en el RioRock, gritaran, saltaran y corearan a todo pulmón las canciones de su repertorio.
Para los fanáticos la espera por ver a sus ídolos del rock latino se inició mucho antes de que se abrieran las puertas del Estadio. Una larga fila de jóvenes que vestían camisetas con el logotipo de Molotov, empezó a formarse desde las 09:00. Los primeros en llegar fueron Ariel Medina y sus amigos. Ellos viajaron tres horas desde Quito para mirar a la banda que los dejó ‘picados’ después de que en el 2013 cancelaran su presentación en El Teleférico de esa ciudad.
“Nos entristeció mucho que Molotov no se presentara en esa ocasión y desde entonces hemos estado esperando que regresen al Ecuador para acudir a su show. Cuando supe que venían a Riobamba y que además era gratis, pensé que se trataba de una broma”, contó el joven de 19 años.
El RioRock fue uno de los eventos incluidos en la agenda que programó el Comité de Fiestas del Cabildo para celebrar los 193 años de independencia de Riobamba. Además, es parte de una estrategia para atraer nuevos públicos a la ciudad, incentivar así el turismo y dinamizar la economía local; el plan continuará con un concierto del colombiano Fonseca, el viernes 17 de abril.
Para el concierto de Molotov, a las 16:00 las puertas se abrieron y en pocos minutos el estadio se pintó de negro. El cabildo entregó por internet 15 000 pases gratuitos, sin embargo se calculó la asistencia de unas 7 000 personas.
El show se inició 30 minutos después con la presentación de cuatro bandas riobambeñas; Amén, Flor de Asfalto, Espectrofonía y Ancestral. Ellos fueron elegidos en una audición previa en la que participaron 23 agrupaciones. “Estamos orgullosos de pertenecer a esta ciudad, donde por primera vez se abre un espacio seguro y gratuito para que la comunidad rockera del Ecuador pueda disfrutar de la música”, dijo Dani Osorio, vocalista de Flor de Asfalto.
Luego, la actuación de la banda quiteña Flashback encendió los ánimos de los jóvenes que para esa hora, las 20:00, ya coreaban ansiosos el nombre de Molotov. Ni siquiera una fuerte lluvia, que hizo que todos quienes no estaban en la localidad de tribuna se mojaran, fue motivo para abandonar el Estadio.
Los Flashback interpretaron los éxitos del rock clásico. Su repertorio duró 60 minutos y tuvo gran acogida entre los jóvenes que además de corear las canciones formaron un gigantesco ‘pogo’ (un movimiento frenético con choques y empujones), en el centro de la cancha. Cinco personas desmayadas fueron atendidas por los paramédicos de la Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos. Ellos padecían deshidratación, agotamiento y asfixia, mientras que otro paciente fue atendido por un golpe en el rostro.
A las 22:00 las luces se apagaron por unos minutos, cuando se volvieron a encender Miguel Huidrobo, Ismael Fuentes, Randy Ebright y Paco Ayala, integrantes de Molotov, ya estaban en el escenario. Vestían chaquetas con el logotipo de la banda y pantalones jean.
Durante 90 minutos el espectáculo no tuvo pausas. Los mexicanos interpretaron los éxitos de su reportorio como Frijolero, Hit me, Here we kum, Rockme Amadeus… entre otras.
Su show se caracterizó por la actuación irreverente y enérgica que identifica a la banda. Los Molotov presentaron el play list de canciones de su gira mundial 2015, que incluye éxitos de sus álbumes antiguos y sus nuevas propuestas como Agua Maldita.
Pero los temas más esperados y más solicitados por el público los reservaron para el final de la actuación. Gimme tha Power y Puto enloquecieron a los asistentes y el concierto llegó a su clímax. Incluso, fue necesario que la unidad anti motines de la Policía Nacional formara una barrera, también los guardias privados tuvieron que resguardar las rejas de seguridad para que los jóvenes no saltaran al pie del escenario.
El vocalista Miguel Huidrobo se despidió de Riobamba incentivando a los jóvenes a disfrutar de la música y a mantener una postura crítica ante las injusticias sociales. También obsequió al público las púas que usó para rasgar su guitarra y los palillos de la batería.
En la foto, Randy Ebright y Miguel Huidrobo obsequiando los palillos de la batería usados en el concierto de la banda mexicana. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO