En ‘Máxima’, el bailarín Óscar Santana propone una exploración de los límites del movimiento. Fotos: Diego Pallero / EL COMERCIO
Las obras de formato corto -piezas de entre 15 y 20 minutos y que se pueden montar en espacios pequeños- son parte de la programación regular de la Compañía Nacional de Danza (CND), desde que Josie Cáceres asumió la dirección de la institución, en el 2015.
A obras como ‘Brecha’, ‘Inasible’ o ‘Insania’, que se estrenaron en el 2016, se suman ‘Máxima’, de Óscar Santana; ‘No hay sistema’, de Cristian Masabanda, y ‘Descoser la máquina’, de Cristina Baquerizo. Tres piezas que se estrenan entre agosto y septiembre.
En ‘Máxima’, el proceso de creación de Santana giró en torno a la investigación del movimiento, sus procesos de transformación y cómo se los puede agotar. En la puesta en escena intervienen Andrea Jaramillo, Catalina Villagómez y Eliana Zambrano.
Baquerizo, en ‘Descoser la máquina’, realiza una exploración del mundo onírico y del mundo sensorial. En esta pieza la mente es una máquina que hila y deshila realidades. Una especie de viaje hacia las emociones características de las subjetividades de la vida contemporánea, como los miedos, las inseguridades, las obsesiones, el autodisciplinamiento y el impulso de escapar. En la obra participan los bailarines Darwin Alarcón, Fernando Cruz, Camila Enríquez, Zully Guamán, Sisa Madrid y María José Núñez.
En ‘No hay sistema’ Cristian Masabanda propone un laboratorio de exploración del movimiento, el pensamiento en acción y reflexiones sobre conceptos como el tiempo, el espacio, el cuerpo, las sonoridades y la tecnología.
En la obra ‘No hay sistema’, del bailarín Cristian Masabanda, hay interacción con la tecnología.
La idea de Masabanda es que en esta pieza se entiendan estos conceptos, se los traduzca, se los incorpore al montaje y se interactúe con cada uno de ellos. Los bailarines que participan en esta pieza son Cristian Albuja, Luis Cifuentes, Vilmedis Cobas, Franklin Mena, Yulia Vidal y la bailarina invitada Lemia Boudhiaf.
Cáceres sostiene que la idea de crear obras en formato corto responde a la necesidad de que los bailarines de la CND también se conviertan en creadores. “Nos interesa que todos los bailarines que forman parte de este elenco desarrollen su creatividad y encuentren sus propios lenguajes. Por eso, desde el año pasado estamos impulsando la creación de obras en este formato”.
Lo que tienen en común estas piezas, a más de que están dirigidas por bailarines de la CND, es su carácter experimental y su trabajo interdisciplinar. Por lo demás, cada obra responde a un proceso de investigación y creación personal que muestra los intereses de cada director y de cada grupo de trabajo.
Por ejemplo, en la obra de Santana destaca la exploración del movimiento a través del manejo de los cambios que se producen en el espacio. Esta búsqueda está matizada por la creación sonora, en vivo, de Rodrigo Becerra. En la obra de Masabanda lo interdisciplinar está salpicado por el uso de la tecnología. Para esta propuesta, donde primó el trabajo colectivo, se ha incluido la participación de Cristian Proaño.
‘Máxima’ y ‘No hay sistema’ se presentan del jueves 3 al sábado 5 de agosto, a las 20:00. Las funciones se retomarán el 9 y 10 de agosto. Todas las funciones son de acceso gratuito.