El director David Gelb debuta en el cine de terror con un thriller de bajo presupuesto. Foto: Youtube/ Relativity Media
David Gelb es un director que ha encontrado en el documental la herramienta para afianzar su carrera cinematográfica en los últimos 13 años. Pero en ‘Lazarus Effect’, ha visto la oportunidad para darle un giro a su carrera y debutar en el terreno de la ficción y más concretamente en el terror.
Con una perturbadora secuencia en la que un animal es sometido a un extraño experimento en un laboratorio, empieza a desarrollarse una historia en la que un grupo de investigadores está empeñado en transformar el umbral que separa la vida de la muerte en un camino de doble sentido. Tras una serie de ensayos, un perro muerto es reanimado con la ayuda de un suero y una descarga eléctrica controlada.
El resultado emociona a Frank (Mark Duplass) que celebra haber encontrado la fórmula para vencer a la muerte. Sin embargo, el perro empieza a presentar un extraño comportamiento, lo cual preocupa a Zoe (Olivia Wilde), que empieza a plantear cuestiones más filosóficas, en parte impulsada por sus creencias espirituales.
Es justamente esta pareja la que se toma el protagonismo e intenta mantener el nivel de credibilidad a lo largo de la cinta, mientras que sus colegas, Clay (Evan Peters) y Niko (Donald Glover), se limitan a ser puntos de anclaje para el desarrollo de la trama.
Aunque hay pistas que se colocan con poca sutileza, estas se van conectando con efectividad en el desarrollo de una trama que combina elementos de actividad paranormal, ciencia y religión.
Cuando el éxito parece ineludible, el experimento es cancelado aduciendo razones éticas. Para los investigadores existe la posibilidad de una conspiración por parte de una farmacéutica para quedarse con el suero. En un intento por recuperar el material y demostrar su pertenencia, se infiltran en el laboratorio del que fueron expulsados tratando de replicar el experimento.
En un giro dramático, uno de los investigadores fallece en un fatal accidente. Presas de la desesperación sus compañeros deciden aplicar la fórmula para devolverle la vida. Pero que no han calculado son las consecuencias de sus actos y sus pretensiones.
Mientras intentan retomar el control, una serie de extraños sucesos empiezan a desencadenarse en el oscuro, aislado y claustrofóbico ambiente donde, al parecer, todos quedarán atrapados en una misma pesadilla.
Considerando el relativo bajo presupuesto, el director logra hacer un buen debut manejando con efectividad los usuales recursos, aprovechando al máximo el juego de efectos y apuntalando la historia desde la tensión psicológica y el diseño de sonido.