José Ignacio Donoso y Antonio Ordóñez, en el Café Amazonas, en Quito, durante el rodaje de la película ‘Un secreto en la caja’, del director ecuatoriano Javier Izquierdo. Foto Cortesía: Tomás Astudillo
Nervioso por el estreno de su nueva película, Javier Izquierdo busca sosiego en una taza de té negro en una cafetería junto al Teatro Variedades, ese espacio que alguna vez fue un verdadero cine en el Centro Histórico. Será la primera vez que ‘Un secreto en la caja’ se proyecte en pantalla grande frente al público.
En el auditorio, el secreto finalmente es revelado y Marcelo Chiriboga se presenta como el protagonista de un documental que narra cronológicamente su vida, desde su irrupción en la escena literaria hasta su muerte. Con el filme, el director traza una frontera difusa entre el documental y la ficción en un proyecto novedoso donde el protagonista deja de ser un mito para convertirse en una radiografía pero también en una metáfora del proceso histórico del Ecuador durante el siglo XX.
Para la realización de su falso documental, Izquierdo recurre a imágenes, videos y documentos de archivo, pero también a testimonios con los que construye el retrato de este personaje. Una figura mítica del ‘boom’ latinoamericano en la década de los 60, nacida del sentido del humor de Carlos Fuentes y José Donoso.
Hechos como la guerra del 41 o el terremoto de Ambato de 1949 se entrecruzan con la leyenda del hombre que fue muy cercano a Julio Cortázar o García Márquez y que también fue parte del movimiento guerrillero del Toachi.
En el argumento ideado por Izquierdo, la pieza fundamental para la comprensión del personaje es la novela ‘La línea imaginaria’, censurada por el tratamiento irónico que se le dio al conflicto territorial entre Ecuador y Perú.
Proyección vía internet
Desde ayer y hasta el próximo 31 de marzo, la película estará disponible de manera gratuita para su visualización en streaming (www.unsecretoenlacaja.com), esa accesible ventana de difusión para el audiovisual.
Con este proyecto, el equipo de producción (Caleidoscopio Cine, Ostinato Cine, de Ecuador, y La Futura, de España) decidió apostar por una estrategia de distribución distinta dejando que el filme se muestre primero de manera gratuita en la web.
El objetivo, dice Izquierdo, es el que debería tener toda pieza cinematográfica: que sea visto por la mayor cantidad de público posible. Es ahí donde la disponibilidad permanente y gratuita de la cinta resulta una oferta difícil de rechazar.
Pero esa gratuidad no significa que el proyecto no tuvo una inversión en dinero, tiempo y trabajo. Para culminar la película, que maneja un presupuesto de USD 70 000, Izquierdo trabajó durante seis años en la investigación, desarrollo, rodaje y posproducción.
En ese tiempo, el proyecto fue parte del taller Iberdoc México en el 2011 y obtuvo premios y reconocimientos en el Bolivia Lab del 2010, el Fondo de Desarrollo Ibermedia en el 2012 y los fondos para Posproducción y Estreno del CNCine, en el 2014 y 2015.
No obstante, pese al desarrollo cuantitativo de la producción local en los últimos años, el realizador admite que el cine nacional parece fuera de lugar en un circuito comercial dominado por la producción de Hollywood, en la que no encuentra condiciones favorables para su difusión ni tampoco una conexión real con el espectador ecuatoriano.
El director pone sus expectativas en que tras esta primera etapa de difusión masiva, la cinta suscite el interés del público que aún prefiere disfrutar de la experiencia sensorial y colectiva de la sala de cine.
Por eso, luego del 31 de marzo, la cinta iniciará un recorrido por las salas de cine alternativo como el Ochoymedio, Casa Humboldt y también será parte de la cuarta edición del Festival Internacional de Cine Latinoamericano La Casa Cinefest, organizado por la Casa de la Cultura.
Este es el segundo largometraje de Javier Izquierdo luego del estreno del documental ‘Augusto San Miguel’ en el 2003. Ahora trabaja en el desarrollo de otros dos proyectos: ‘Barajas’ y ‘Panamá’.