La cédula para perros y gatos hace ‘lobby’ para una ordenanza animalista

En Samanes hubo un curso de adiestramiento canino. Foto: Elena Paucar/EL COMERCIO.

En Samanes hubo un curso de adiestramiento canino. Foto: Elena Paucar/EL COMERCIO.

En Samanes hubo un curso de adiestramiento canino. Foto: Elena Paucar/EL COMERCIO.

 Dar identidad a los ciudadanos de cuatro patas de Guayaquil. El mensaje, que promueve la cedulación de mascotas, se hace cada vez más fuerte en las redes sociales, con fotos de carnés caninos colgados en Facebook o junto a la etiqueta #OrdenanzaAnimalistaGYE en Twitter.

Tesalia, una cachorra mestiza de pelaje negro, ya tiene su cédula. Doménica Almagro ingresó al portal oyeguayaquil.com.ec y completó todos los datos en un formulario virtual: humano responsable, domicilio, teléfono, nombre de la mascota, raza, esterilización, vacunas y si cuenta con chip o no. “Esperamos que luego del registro vengan varios beneficios para ellos, como acceso a servicios veterinarios y más espacios de recreación”, dice Almagro.

El registro ‘en línea’ es el telón de un proyecto de fondo: la propuesta de nueva ordenanza de regulación del manejo de la fauna urbana en Guayaquil, conformada por 46 artículos. El concejal Josué Sánchez es el promotor de esta iniciativa, de la que se habla desde septiembre pasado.

Resume que, además de crear conciencia ciudadana, se incluyen nuevas medidas como permitir el acceso de animales de compañía al transporte urbano público, parques y plazas; la prohibición de vender mascotas en las calles y de usarlas para espectáculos circenses o peleas. Y fija sanciones por abandono y maltrato, que van desde 240 horas de trabajo comunitario hasta 20 salarios básicos por infracciones muy graves.

Cinthya Salas está de acuerdo con las sanciones. Tiene 29 gatos en casa, muchos de ellos rescatados de las calles. Pero María Martina es su consentida. La gata romana no puede mover sus patas traseras y usa pañal debido a una lesión en su columna. “No se debe lanzar animales a las calles y menos por sus defectos. Pienso que una ordenanza hará más responsables a los dueños de las mascotas”, dice.

La fundación Rescate Animal Ecuador es parte de esta propuesta. Su presidenta, Ingrid Alvarado, considera que ya es tiempo de reemplazar la ordenanza vigente, que cumplió 11 años.

“En el 2004 la naturaleza no tenía derechos, como sí se incluyó en la Constitución del 2008. En ese tiempo tampoco había ninguna competencia designada para los gobiernos autónomos descentralizados sobre el manejo de la fauna urbana. Ahora tenemos que equiparar los principios constitucionales a la normativa guayaquileña”, explica.

El documento, colgado en Internet, incluye algunos principios de la Organización Mundial de Sanidad Ambiental. Por ejemplo, prohíbe la vivisección de animales en los planteles de educación básica y bachillerato del cantón.

En el país, 11 ciudades tienen normativas relacionadas con la fauna urbana. Viviana Vásconez, también de Rescate Animal, explica que el proyecto de ordenanza de Guayaquil fue entregado al Municipio hace dos semanas. Deberá ser analizado y pasar a votación en una sesión del Concejo Cantonal. Solo así podrá reemplazar a la anterior disposición.

Pero Vásconez cree que solo el registro de cedulación, que está en marcha, dará una base estadística importante. “Conoceremos cuántos gatos hay en hogares de Guayaquil, cuántos perros y otras especies silvestres como tortugas, conejos, aves. Esa documentación aportará a construir mejores planes de ayuda”.

Priscila Moreno y Chicho levantan la mano -y la pata- a favor de la nueva ordenanza. Dentro de poco el inquieto pequinés blanco de 10 meses será cedulado y su dueña espera que, de aprobarse la normativa, sean más frecuentes las campañas de esterilización y vacunación. “Hay que promover una reproducción y un cuidado responsable”.

El Departamento de Control de Bienestar Animal, que será creado en el Cabildo si pasa la propuesta, estará a cargo de programas de esterilización, vacunación, adopción, rescate y atención de animales abandonados o perdidos. Lo hará con un presupuesto de cerca de USD 100 000 al año y, principalmente, a través de convenios con instituciones especializadas.

Entre las propuestas que se inscribirían en el reglamento municipal se incluye la prohibición de donar animales de compañía como premios de rifas o sorteos. Con respecto a la comercialización de perros y gatos se explica que estos deberán permanecer en criaderos y solo estarán en los establecimientos de venta en corrales, hasta ocho horas cada dos días.

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