La escritora Carmen Vascones estrenó su libro con cerca de 64 poemas en idioma Inglés y español. Foto: Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO.
El amor, la muerte, la soledad, la angustia, la pérdida y el deseo –el deseo logrado y fallido- son temas recurrentes en los poemas de ‘Ultraje/Outrage’, el más reciente libro de la escritora ecuatoriana Carmen Váscones, presentado en la Universidad Católica de Guayaquil la noche de este miércoles 30 de mayo de 2018.
Editado en Canadá por el editor canadiense Hugh Hazelton, el libro es una edición bilingüe que incluye 64 poemas en español y en inglés, que contó con la traducción de Alexis Levitin, profesor de la Universidad Estatal de Nueva York en Plattsburgh.
Las “lágrimas son filtros de la memoria” y la “devota lujuria, convicción del gozo” en los poemas de Váscones, unas veces formas breves y otras, casi poemas en prosa.
Cecilia Vera, crítica literaria, destacó de la poesía de la autora un talante que en buena medida se relaciona con el erotismo, la sensualidad y la pasión, “un deseo que desde el psicoanálisis es inalcanzable, imposible de satisfacer”, pues la escritora es psicóloga clínica. La pulsión por la muerte moviliza el deseo, y mueve su poesía entre lo sagrado y profano, lo ritual y carnal, apuntó.
El traductor estadounidense del libro, quien asistió a la presentación y leyó junto a la autora una docena de textos de tono sentencioso, explicó que el volumen incluye poemas de siete libros de Carmen Váscones (Samborondón, 1958), “su poesía más potente” –dijo-, una selección enriquecida también por poemas inéditos.
El proceso de traducción y edición del libro tomó nueve años desde que Levitin conoció y se entusiasmó con la poesía de Váscones –ha traducido también al inglés a poetas nacionales como David Ledesma Vásquez o Roy Sigüenza-.
La autora explicó que el título del libro, ‘Ultraje’, puede estar determinado por su trabajo como psicóloga con población vulnerable, aunque el libro esta lejos de tratar solo temas de abuso y maltrato, reconoció una violencia en la propia poesía. “Siempre vi al cupido niño buscando ser amado, pero lanzando flechas como para eliminar al otro y siempre me pregunté por qué tiene que ser cupido tan cruel”, reflexionó.