Isla de Pascual (Rapa Nui), Chile. Icónica por las estatuas moai y las plataformas ceremoniales ahu. Está en riesgo por sequías, inundaciones, erosiones y aumento del nivel del mar.
Francia está en alerta. Las inundaciones que ahogan París, desde principios de esta semana, han obligado a cerrar las puertas de los museos de Louvre y d’Orsay. Ante las previsiones que apuntan a una crecida mayor del río Sena, las obras artísticas de los primeros pisos fueron trasladadas a los más altos.
Los sitios declarados como Patrimonio Cultural de la Humanidad están en riesgo por el cambio climático. Así lo informó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en su reporte ‘Patrimonios Mundiales y el Turismo en un Clima Cambiante’, de este año.
Los monumentos históricos, las iglesias, los puertos y los restos arqueológicos pueden desaparecer o ser destruidos por eventos climáticos fuertes.
El calentamiento global altera el clima del planeta. Como resultado, eventos climáticos tales como El Niño, La Niña o fuertes sequías y lluvias se exacerban, originando inundaciones, deslaves y erosiones que ponen en peligro a los vestigios culturales más importantes del planeta.
Aunque la Unesco no considera en su informe que el patrimonio cultural ecuatoriano esté amenazado (sí incluye el patrimonio natural de las Islas Galápagos), Olga Woolfson, asesora de la Dirección Ejecutiva del Instituto Nacional del Patrimonio Cultural (INPC), dice que los restos arqueológicos y los bienes inmuebles hallados en la Costa y en las riberas de los ríos son los que más peligran. “Si el mar se eleva 50 cm habrá una pérdida del patrimonio como restos de las culturas Manteña, Valdivia, Chorrera, Jama-Coaque, Huancavilca, entre otros”.
José Chacay, arqueólogo del INPC especializado en las culturas precolombinas de las provincias de Guayas y Bolívar, dice que los restos de vasijas y otros objetos arqueológicos que se encuentran a la orilla del mar van desapareciendo por el oleaje que erosiona la playa. Este fenómeno ocurre en el norte de Jaramijó, donde se hallan restos de la cultura Manteña.
Las fuertes lluvias e inundaciones ocasionadas por los eventos de El Niño ya han degradado ruinas ancestrales de la Costa. Chacay cuenta que con El Niño de 1982 las fuertes lluvias formaron canales de agua que abrieron grietas en la tierra, dañando tumbas y otros vestigios arqueológicos de la cultura Manteña, en Agua Blanca (Parque Nacional Machalilla).
En lo que atañe a la Sierra, Woolfson asegura que las amenazas principales son las fuertes sequías, pues son un detonante de los incendios.
Según la arqueóloga, los patrimonios culturales ecuatorianos están amenazados, pues existen todavía muchos sitios arqueológicos que no se han explorado y que se encuentran a la intemperie.
Patrimonio Cultural de la Humanidad
Cartagena, Colombia. Fundada en 1533, Cartagena de Indias tiene el complejo de fortificación militar más completo de Sudamérica. Si el nivel de mar aumenta 60 cm, el 25% de la población se vería afectada.
Isla de Pascual (Rapa Nui), Chile. Icónica por las estatuas moai y las plataformas ceremoniales ahu. Está en riesgo por sequías, inundaciones, erosiones y aumento del nivel del mar.
Estatua de la libertad, EE.UU. Probablemente es la estatua más reconocida del mundo como símbolo de la libertad. El aumento del nivel del mar y eventos extremos, como tornados, ponen en riesgo al monumento estadounidense.
Puerto de Coro, Venezuela. Fue fundada en 1527, por los colonizadores españoles. Sus edificaciones son únicas, pues están construidas con tierra sin cocer. Está en riesgo por las lluvias intensas.
Venecia, en Italia. Caracterizada por una arquitectura bizantina, gótica, renacentista y barroca, está eminentemente amenazada por el aumento del nivel del mar, que agrava el impacto turístico.