Bolivia, ausente de ferias de libros por falta de apoyo estatal

Imagen referencial. La ausencia de Bolivia de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires preocupa al sector editorial de ese país. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.

Imagen referencial. La ausencia de Bolivia de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires preocupa al sector editorial de ese país. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.

Imagen referencial. La ausencia de Bolivia de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires preocupa al sector editorial de ese país. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.

Bolivia no tendrá un espacio propio en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que comienza mañana (27 de abril de 2017), por falta de ayuda del Gobierno y en la Cámara Departamental del Libro de La Paz (Cdllp) hay inquietud porque pueda suceder lo mismo con las de Guadalajara (México) y Frankfurt (Alemania).

La gerente de la Cdllp, Tatiana Azeñas, dijo que existía un compromiso oral de funcionarios del Ministerio de Culturas para facilitar la presencia del país en las tres ferias, pero no se concretó después de que el ministro del área, Marko Machicao, fuese relevado en enero por Wilma Alanoca.

"Ya hace un par de años que el ministerio de Culturas y Turismo y otras entidades (...) nos han apoyado para asistir a eventos internacionales, sobre todo a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires", comentó Azeñas, algo que este año "no se ha podido concretar".

Agregó que el año pasado hubo conversaciones con el ministerio, que se comprometió "verbalmente a partir de algunos funcionarios", algo que no se llevó adelante porque después del cambio de autoridad no se pudo "concretar ninguna reunión efectiva".

La gerente de la Cámara del Libro aclaró que el ministerio no dio una respuesta negativa a la necesidad de financiación para acudir a la Feria, pero "sabían que el plazo vencía".

Desde el sector editorial lo ampliaron en dos ocasiones, pero no pudieron seguir posponiendo sus compromisos con la organización en la capital argentina.

La gerente calculó que habrían necesitado unos USD 15 000 o 18 000 para cubrir gastos como el transporte de libros o la atención del lugar de exposición, aunque precisó que es "una cifra aproximada" y "un monto total" al que también habría aportado con fondos propios la Cámara del Libro.

Las conversaciones en 2016 apuntaban a "que se mantenga el apoyo con Buenos Aires", donde la presencia de Bolivia ha sido constante los últimos años, y a "generar estos dos frentes nuevos internacionales para mostrar nuestra producción editorial" en Frankfurt y Guadalajara, precisó.

El 2016 fue el primer año en que Bolivia tuvo un puesto propio en Guadalajara, la feria literaria más importante para el mercado en español.

Azeñas aclaró que los editores se reunirán a comienzos de mayo con representantes del despacho de la ministra Alanoca para explorar las posibilidades en estas otras dos ferias.

En los últimos diez años, remarcó, escritores y escritoras de Bolivia se han destacado en el ámbito internacional "recibiendo reconocimientos y premios, algo que nunca había pasado", lo que aumenta el interés de las ferias.

Azeñas valoró que las ferias internacionales son buenos espacios para hacerse conocer y cerrar acuerdos de negocios, entre otros para la edición de autores nacionales en otros países, algo que se complica si se cierran las puertas que se han abierto.

"Estamos un poco borrados del mapa", lamentó, y dijo que esta situación afecta tanto a los editores como a los autores, que cuando acuden a una representación carecen del apoyo de las casas que les publican.

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