La entrada de luz natural fue la principal preocupación en el diseño de esta obra pensada para prácticas religiosas. Foto: www.plataformaarquitectura.cl
Se trata de un proyecto de arquitectura estereotómica (tectónica) y se caracteriza por su continuidad entre la estructura, el suelo y la búsqueda de la luz para un hábitat ideal.
Esta última característica de la capilla San Bernardo, en Argentina, se da gracias a la perforación de sus muros macizos. Según el portal de Plataforma Arquitectura “es a partir de estos puntos que este proyecto adquiere su potencia y declara su intención”.
El objetivo de la estructura fue, desde el inicio, que acoja actos y rituales religiosos para una remota localidad: La Playosa, Córdoba. En ese sentido, entre los simbolismos eclesiásticos acude a la naturaleza como una expresión ritual.
El proyecto del arquitecto argentino Nicolás Campodónico se ubica en un pequeño monte de árboles, originariamente ocupado por una casa rural y sus corrales. Ambos fueron desmantelados para reutilizar sus materiales, especialmente sus ladrillos centenarios.
Según Plataforma Arquitectura, “el sitio no cuenta con energía eléctrica, agua corriente, ni ningún tipo de servicio. Ahí, la naturaleza impone sus condiciones”.
En el límite entre la arboleda y el campo abierto, el volumen de la capilla se abre en dirección a la puesta del sol, captando la luz natural del atardecer en el espacio interior. Por fuera de la estructura, un palo vertical y otro horizontal se ubican por separado y son proyectados hacia el interior. Como resultado, todos los días, durante todo el año, la sombra de los maderos dibuja una cruz en el interior de la capilla.
Para generar continuidad en la entrada de la luz directa está el sistema abovedado del interior, pensado en el horno de carbón que se emplea históricamente en Argentina para cocer ladrillos.
Se trata de una obra ligada a la naturaleza. La disposición de los ladrillos es radial espacial. Cada uno está alineado al centro de una esfera de seis metros de diámetro inscrita en la capilla. La composición final del espacio es la combinación de una sección de cilindro, dos muros rectos tangentes, un gajo de esfera o cúpula y una bóveda cónica.