El primer proyecto seleccionado es el de U-CAN, que distribuye dispensarios de marihuana por las azoteas en Taiwán. Foto: www.plataformaarquitectura.com
Tres ganadores y seis menciones de honor anunciaron los jueces de la competencia Banco de Marihuana. Los proyectos presentan ideas que abren el discurso alrededor de la marihuana y su integración en el entorno construido.
Con este concurso internacional, Bee Breeders pretende dar una plataforma para que los jóvenes arquitectos y diseñadores cuestionen el papel social y político de la arquitectura. Así lo anota Plataforma Arquitectura.
Según el portal web, los jueces comentaron que “los proyectos más exitosos presentan una consideración de la experiencia individual (medicinal, psicológica y espiritual); adaptación sensible al espacio y a la circulación tanto íntima como social”.
El primer lugar fue para U-CAN, proyecto que distribuye dispensarios de marihuana por las azoteas en Taiwán, en las adiciones que normalmente son construidas por los residentes sin permiso de su gobierno local.
La propuesta –apunta el sitio web- establece un paralelismo entre la ilegalidad y la aceptación social de estas estructuras, junto con la creciente aceptación de la marihuana, “lo que sugiere un sentido de colectividad y cohesión que está por encima de la ley”. La estructura contempla consultorios privados esparcidos por los tejados, marcados por chimeneas iluminadas para reafirmar la presencia pacífica de la marihuana en la ciudad.
Cannaleonic Bank es la propuesta que se llevó el segundo puesto. Se sitúa en el Parque de Investigación Médica de Barcelona, España. El sitio cercano a la playa presenta una dicotomía de los aspectos médicos y recreativos de la marihuana, según el portal de arquitectura. “La piel exterior está cubierta por folletos informativos. El interior alberga una serie de volúmenes rectilíneos poco organizados que se abren a un patio central que funciona como la clave del espacio social”.
El tercer lugar fue para Cannabis River Cruise, de Estados Unidos. El proyecto vincula la temática del concurso con la arquitectura de los barcos. El diseño altera el programa tradicional del barco de pasajeros y convierte la gran sala en “un espacio de meditación mundana e íntima para el uso de la marihuana medicinal“.