El bailarín guayaquileño Andrés Rivadeneira, en un pasaje de La Leyenda del Cascanueces junto a la bailarina cubana María Elena Estévez. Foto: Camilo Pareja para EL COMERCIO
Desde muy pequeño creció viendo ballet por la profesión de su padre, el director de la academia guayaquileña Dancers. Pero de niño nunca le llamó la atención practicar danza clásica; incursionó en artes marciales, en gimnasia olímpica, aprendió hip-hop en la adolescencia y solo hasta los 21 años comenzó a bailar jazz.
Nueve años después, Andrés Rivadeneira encarna por primera vez un papel protagónico en un ballet. El bailarín es el soldado de madera que protagoniza ‘La Leyenda del Cascanueces’, que el Teatro Sánchez Aguilar (vía Samborondón) presenta hasta el domingo (7 de noviembre de 2014).
El Teatro lleva tres años montando la obra; en las dos ocasiones anteriores, el papel del Cascanueces era interpretado por el cubano Daet Rodríguez, que este año dirige la pieza e invitó a Rivadeneira a participar de la puesta en escena.
“De pequeño me tocaba ver obligado ballet, porque mi padre (Freddy Rivadeneira) siempre ha bailado danza clásica”, cuenta Rivadeneira, de 30 años. “Antes no me gustaba”.
Ahora lamenta haber empezado tan tarde en el mundo del baile académico. Pero la reticencia de los varones a practicar danza académica es algo que se está superando a nivel local, según Rodríguez, quien considera una “bendición” poder contar con los suficientes bailarines varones para el montaje.
Media docena de hombres integra el elenco de 14 bailarines de ‘La Leyenda del Cascanueces’. Al coreógrafo cubano le sorprendió el número de jóvenes que acudió al casting, porque hasta hace un lustro era complicado conseguir hombres para la producción de ballet en Guayaquil.
Como un bailarín formado desde lo contemporáneo, el reto principal para Rivadeneira fue afinar el baile en pareja, que demanda coordinación para no arriesgar la continuidad estética.
También le favorece que la obra que monta el Sánchez Aguilar es moderna, con mayor libertad de movimientos y fusión de estilos. “No es una obra cien por ciento clásica. Es una versión española mucho más contemporánea”, cuenta.
El recorrido que llevó a Rivadeneira hasta el ballet comenzó en el año 2005, cuando José Miguel Salem lo contrató para una obra de Danzas Jazz.
Un año después actuó en una obra de la Escuela Rusa de Ballet de Ana Wiesner. En paralelo representó al país en los concursos mundiales de pump it up (baile en máquina), que en el 2006 y 2007 se realizaron en Corea y en México, respectivamente.
En 2008, mientras participaba en un musical, fue la pareja de baile de la presentadora Paloma Fiuza, en una edición especial del reality ‘Bailando por un sueño’. Ahora imparte clases de hip hop, ballet clásico y jazz.
En Contexto
La Leyenda del Casacanueces se presenta este fin de semana, el viernes (20:30), sábado (18:30) y domingo (17:30) en la Sala Principal del Teatro Sánchez Aguilar, en el kilómetro 1.5 de la avenida Samborondón). Es una de las piezas clásicas del ballet mundial.