En mi opinión son increíbles las cosas que ocurren y se dicen en nombre de la libertad de expresión. La guerra mediática y feroz desatada a raíz de las acciones judiciales y políticas protagonizadas por el Presidente, nos hacen creer que se disputan asuntos que van más allá de los principios y conceptos que dicen defender, más allá de la lógica y la entendible contraposición de ideas.
La controversia se hace más grave cuando la beligerancia ha llegado a términos que la diatriba y el insulto al Presidente son el pan corriente de cada día. ¡Qué adjetivos! ‘glotón, vanidoso, egoísta y malvado’, al Presidente; ‘timoratos, adulones, pletóricos, de mala fe y poco formados en derecho’, a los jueces (carta publicada en EL COMERCIO escrita por Blanca Bazurto). No creo que tales expresiones sean aportes positivos a la opinión pública y estoy en desacuerdo con que sean publicadas pues no son, las expresiones, elementos que generen objetividad, respeto y sobre todo ejemplo del cómo dilucidamos los ecuatorianos.
Vaya para EL COMERCIO mi humilde consejo. Cartas como la reseñada y otras que se publican bastante a menudo no son ejemplo de respeto a la libertad de expresión, son ejemplos evidentes de abuso, no solo del escribidor sino del medio que las publica. Veamos si esta carta merece igual tratamiento que las insultadoras.