El Eurogrupo, compuesto por ministros de la Unión Europea, aprobó el cuarto programa para aliviar las tensiones de la crisis en cadena que desde hace dos años sufren varios países. Antes de la resolución que favorece a España aprobó millonarias medidas de apoyo integral a Grecia, Irlanda y Portugal.
El rescate financiero para España es diferente a aquel soporte que la Unión Europea dio para los demás países y la entrega de recursos deberá obedecer primero a un plan que presente el propio Gobierno español. La contraparte hispana, ante la entrega de los millonarios recursos (100 000 millones de euros, unos USD 125 000 millones), será un riguroso compromiso de restructuración de deudas y austeridad fiscal.
La semana pasada las tensiones internas en España crecían y la expectativa planetaria se expandía, ante los riesgos para la propia estabilidad de la moneda europea, que hubiese supuesto un descalabro español y los impactos para toda la economía mundial.
España registra por la crisis un desempleo de 25% de la Población Económicamente Activa. Uno de cada cuatro ciudadanos está al borde de la pobreza y la banca mostró altos niveles de crisis. Solamente Bankia, una entidad privada que es producto de una fusión de varios bancos y cajas, experimentó severos problemas y pidió un rescate de 19 000 millones de euros.
El Presidente del Gobierno, a quien le estalló en las manos una crisis acumulada, ha enfrentado severas tensiones sociales y ha tratado de bajar la magnitud del problema. Pero la envergadura de este se muestra en el alto monto del rescate aprobado por la Unión Europea, cuyos especialistas piensan que será una válvula de escape que diluya los riesgos sistémicos evidentes.