El fundador y líder del Partido de los Trabajadores (PT) Luis Inacio Lula da Silva terminó hace pocos días con el misterio sobre su probable candidatura a un nuevo período presidencial en Brasil. Muy generoso, Lula respaldó la reelección de Dilma Rousseff, una ex guerrillera y militante de izquierda que ha gobernado sin contemplaciones contra la corrupción generada por sus correligionarios.
Es decir, todo lo contrario de lo ocurrido durante los dos períodos sucesivos de Lula, a quien no se lo acusa de corrupto, pero sí de permitir que algunos de los más influyentes funcionarios de su gobierno usen fondos públicos para desarrollar esquemas de compra de conciencias de políticos de la oposición.
Dilma, no solo que se convirtió en la primera mujer en llegar a la presidencia de la mayor economía de América Latina, con su carácter enérgico dio un giro ético al separar de su gobierno a los funcionarios corruptos. Claro que también ayudó el hecho de que en Brasil existe una justicia absolutamente independiente del poder político.
Por lo tanto, que vaya a una reelección no es por la benevolencia del fundador del PT, sino por sus méritos como gobernante, por el respaldo de la población, por su abierta disposición al diálogo con todos los sectores políticos, su respeto tajante a la libre expresión de ideas y a los derechos humanos.
Sin el afán de entrar en comparaciones, pero por lo predecible de nuestra política y de los políticos, se puede sospechar que para las próximas elecciones pudiéramos tener una candidata a la presidencia con enormes opciones de ganar.
Todo indica que Gabriela Rivadeneira, ex reina del Yamor, quien obtuvo la más alta votación nacional, es la que tiene mayor opción de ser la candidata si es que se desempeña bien en la nueva Asamblea Nacional.
Salvo por algunos detallitos, como por ejemplo que el Presidente de la República cumpla con su advertencia de volver a presentarse si es que lo siguen fastidiando la oposición y la prensa. Lo que dijo en realidad no sorprende, el Mandatario es un político muy predecible.
Seguramente pondrán a los encuestadores a trabajar para asegurarse cuál de estos dos personajes tiene mayores posibilidades de ganar. Si el proyecto se pone en riesgo, será muy difícil para la ex Reina ganarse la postulación presidencial.
Ecuador ha tenido candidatas pero siempre con pocas opciones de ganar porque no han tenido a un movimiento sólido que las respalde. Así como Dilma Rousseff, la asambleísta Gabriela Rivadeneira, si es que se maneja con inteligencia, pudiera convertirse en la primera mujer en llegar al poder.
Aparte de la advertencia de que no lo sigan molestando, queda otra que pudiera atentar contra esa candidatura, pero mejor la explicó el escritor francés Jacques B. Bossuet: “La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir”.